Luego de la gran desconexión entre el estado de los cultivos en Estados Unidos y los rendimientos reportados por el USDA de la semana pasada, el mercado continúa desmoronándose hacia los mínimos de los contratos que a su vez coinciden con los bajos estacionales.
La historia se pintó bajista y ninguna noticia parece hacerle frente a esta tendencia. Si bien continúan habiendo muchos que dudan de los números del USDA de la semana pasada, esos serán los números con los que vamos a tener que vivir y trabajar hasta el próximo reporte de septiembre.
El desvío entre los valores de rendimientos que las encuestas arrojaban con respecto al valor que el USDA presentó, fue escandaloso. Y la única explicación que encontramos es que las encuestas trabajaron desde los rendimientos de tendencia y no a partir de los potenciales. Como sabemos, el incremento en la tecnología aplicada, el manejo y nuevos genotipos mejor adaptados a diferentes ambientes y con alto potencial de rendimiento pueden no parecer muy lindos a la vista pero pueden funcionar muy bien. A su vez, no debemos descartar que las zonas que no sufrieron déficit hídrico pueden compensar las zonas que sí.
Entonces, con 6 millones de acres más que el año pasado y con un rendimiento mayor que el pronosticado al inicio de la campaña, la soja producida en USA esta campaña sería récord batiendo el récord del año pasado en 2 millones de toneladas.
Lógicamente el mercado no encuentra nada de lo comentado anteriormente como soporte y si el clima se torna aún mejor, tendríamos que pensar en que podemos presenciar más espacio hacia las bajas. El maíz por su parte también muy cómodo con sus cifras en rendimientos en USA y con una barbaridad de producto en Sudamerica listo para competir.
Ante este escenario, el consumo final parece comenzar a tentarse con los valores del mercado y timidamente las bases se levantan. Los márgenes de etanol son excepcionales y los de molienda de soja son mejores que misma fecha del año pasado para el Spot. El reporte del NOPA de julio fue bueno y las existencias de aceite son menores, y con estos margenes tal vez el USDA se haya quedado corto podando la estimación de molienda de la campaña 2016-17.
El lunes la EPA supuestamente definirá las políticas sobre la importación de biodiesel desde Argentina e Indonesia y el mercado estará expectante. De todos modos, pareciera que nada puede calmar este sangrado en las pantallas, y nuevamente nos encontramos inmersos en un panorama catastrófico en términos de precios. Pero recordemos que cada vez que sentimos que caemos al abismo, algo cambia.