El área sembrada de girasol crecería esta campaña en Argentina. En en centro norte de Santa Fe, por caso, se expandió un 13 % según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
“A nivel mundial, el cambio de tendencia de consumo humano hacia opciones más saludables y el precio competitivo frente a otros aceites impulsaron el consumo de aceite de girasol a valores récords. En Argentina, el girasol redobla la apuesta con un área sembrada récord de 1,9 M de hectáreas para la nueva campaña”, explicó Sofía Corina, especialista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
“Precios atractivos para el girasol gatillaron otro año positivo para el área de la oleaginosa en Argentina. Si bien el freno lo impone el exceso de agua en Buenos Aires, el salto significativo proviene del noreste argentino con casi un 20% de aumento interanual en su área. A nivel nacional se estima que la superficie sembrada alcance 1,9 millones de hectáreas, que, tomando un rinde tendencial de los últimos 5 años de 21,3 qq/ha, producirían 4 millones de toneladas, la cifra más alta desde la campaña 2007/08”, detalló Corina.
Para la analista, “la forma de encarar la campaña productiva de girasol quebró su tendencia a partir de la reforma comercial en diciembre de 2015, cuando se eliminaron los derechos de exportación del 32% para el grano y del 30% para sus derivados industriales. A partir de entonces, la oleaginosa fue ganando protagonismo en la rotación y generando, además, un incentivo para la inversión en tecnología insumos y desarrollo genético”, indicó.
Corina hizo números y concluyó que un establecimiento del oeste de Buenos Aires que obtenga un rendimiento de 30 qq/ha a un precio a cosecha de u$s 260/tn, tendría un margen bruto de u$s 444/ha. En tanto, con productividades de 23 qq/ha, por ejemplo, el margen sería de u$s 278/ha, entregando en fábricas cercanas (hasta 80 km) del área de producción. De acuerdo a la especialista, también se obtendrían resultados positivos en el sur de Córdoba, considerando un establecimiento ubicado aproximadamente a 125 km del puerto de Rosario.
El girasol disponible cotiza a u$s 310/tn en la BCR y a u$s 300 con entrega diferida a diciembre. “Sin embargo, es un mercado de poca liquidez y escasos compradores activos. Hay premios de hasta 30 dólares según lote y calidad. En tanto, el valor FOB del grano argentino se encuentra en el orden de los u$s 370/tn”, explica Corina.
La cosecha del grano de girasol argentino se destina, prácticamente en su totalidad, a la producción de aceite y harina. Según las cifras oficiales, el crushing de girasol acumulado en el período enero/ julio fue incrementando linealmente desde el año 2014. En lo que va del año 2017, se llevan industrializadas 3,1 Mt, mientras que para la campaña 2016/16 la estimación oficial del Ministerio de Agroindustria ubica el procesamiento todo en 3,45 Mt.
En Argentina se consumen 700 mil toneladas de aceite de girasol y se exportan 660 mil toneladas. Argentina es el tercer exportador de aceite de girasol. Ucrania está a la cabeza de las exportaciones con 5,5 millones de toneladas y le sigue Rusia con 1,9 millones de toneladas. El precio FOB del producto en los puertos argentinos es competitivo frente a los países del Mar Negro, pero el costo del traslado es el punto débil de Argentina, de acuerdo a la analista.
Según Corina, la producción para la campaña 2016/17 se estima en 18,6 Mt, lo que representa un crecimiento interanual del 17%. “Pese a este significativo incremento de la oferta, lo llamativo es el comportamiento del consumo que creció prácticamente a la par que la oferta (+ 15% y/y), teniendo en cuenta que es una variable más estable. Si bien la relación stock/consumo pasa del 12,6% en el 2015/16 al 13,2% en la campaña 2016/17, este incremento es relativamente moderado teniendo en cuenta el gran salto productivo”, señaló la analista.
“Los precios atractivos del aceite de girasol frente al resto de los aceites competidores gatillaron las compras de los principales países importadores elevando el consumo a 18,14 Mt. El precio FOB en el Mar Negro en los meses de abril/mayo 2017 marcó una caída del orden de los 70 dólares por tonelada, razón por la cual las compras por parte del Medio Oeste resultaron más del doble respecto al volumen importado en la campaña 2015/16. En paralelo, el consumo de la Unión Europea también superó las expectativas iniciales”, dijo la especialista.
“Para la campaña 2017/18, el consumo del aceite de girasol global intensifica la tendencia alcista hacia 18,46 millones de toneladas, que, frente a una producción proyectada algo más acotada, la relación stock/consumo caería a 12,7% dándole un soporte a los precios”, anticipó.
Tal como expresó Corina, la industria alimenticia tiende a volcarse hacia aceites más nutritivos, con alta cualidades culinarias e industrializables. “El aceite de girasol alto oleico, al presentar un alto contenido de ácidos grasos insaturados, es menos susceptible a cambios oxidativos durante las frituras, el almacenaje o la refinación. En este sentido, las diferentes calidades del aceite de girasol argentino presentan el potencial de satisfacer los diversos nichos de mercados locales e internacionales”, aseguró.