En los últimos 15 años, el sector productivo argentino atravesó cuatro eventos fuertes de sequía, que generaron un recorte significativo en las cosechas de soja y maíz.
Si bien todavía están frescos los números negativos de la campaña 2022/23, que en el caso de los granos gruesos dejó cifras para el olvido, la comparación con eventos recientes de sequía extrema es inevitable.
Juan Manuel Garzón y Franco Artusso, del Ieral de la Fundación Mediterránea, analizaron los últimos cuatro eventos de sequía -campañas 2008/09, 2011/12, 2017/18 y 2022/23- y compararon la profundidad del daño productivo que se generó a partir de la falta de lluvias y cuáles fueron las provincias más afectadas.
En estas campañas, la producción granaria se desarrolló bajo condiciones climáticas adversas y en todos los casos, la cosecha arrojó resultados por debajo de los potenciales.
Más allá de los matices del informe, existen algunos puntos de coincidencia al momento de analizar el daño que sufrieron tanto soja como maíz.
En primer término, la entidad cordobesa concluyó que, para estos cultivos, la peor sequía fue definitivamente la del último ciclo. Y que las provincias más afectadas en los cuatro eventos analizados fueron Córdoba y Santa Fe.
LA SEQUÍA Y SU IMPACTO EN LA SOJA
El trabajo del Ieral analizó los números de la campaña 2021/22, para contar con una referencia mas ajustada a la realidad de los cultivos.
En soja, la producción se concentra en 10 provincias, pero cinco generaron el 90% de la producción -43,9 millones de toneladas- con Buenos Aires (31%), Córdoba (27%) y Santa Fe (19%) a la cabeza.
La campaña 2022/23 acusó el golpe de la seca, con una producción sojera de 25 millones de toneladas, una caída interanual del 43%.
“En una perspectiva más larga, se trata del volumen más bajo en lo que va del siglo y además, el país nunca había perdido tanta producción de una campaña a otra”, remarcaron Garzón y Artusso
Como parámetro, entre 2007/08 y 2008/09 se perdió un 33% del volumen cosechado, similar al panorama del ciclo 2017/18 y en menor medida en 2011/12. Si la variable de análisis se enfoca en los rindes medios por hectárea, la campaña más afectada por el clima habría sido la 2008/09.
Al hacer un balance de los cuatro ciclos agrícolas marcados por la sequía, los mayores daños se registraron en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y San Luis.
En el segundo pelotón se ubican Buenos Aires y La Pampa, mientras que el tercer escalón corresponde a Santiago del Estero, Chaco y Salta.
LA SEQUÍA Y SU IMPACTO EN EL MAÍZ
Al igual que la soja, la producción de maíz 2021/222 se concentró casi en su totalidad en 10 provincias, de las cuales cinco explicaron el 87% del total: Córdoba (35%), Buenos Aires (27%), Santa Fe (10%), Santiago del Estero (9%) y La Pampa, con un 6%.
De acuerdo a datos oficiales, la producción del cereal en la campaña 2022/23 fue de 41,5 millones de toneladas, un 30% menos en comparación a las 59 millones del ciclo previo. Al igual que el poroto, la campaña más afectada por una sequía fue la 2008/09.
Al comparar los efectos productivos de la sequía 2022/23 en relación a los otros tres eventos descriptos, el análisis arrojó los siguientes resultados:
- Esta última sequía fue la más dañina de todas para las provincias de Córdoba, Santa Fe y Salta.
- Para Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, fue la segunda sequía más dañina, después del ciclo 2008/2009
- Para Tucumán fue la segunda sequía más dañina, luego de la del ciclo 2011/12
- Para Santiago del Estero fue la menos dañina de las últimas cuatro sequías.
El informe completo se puede consultar AQUÍ.