La semana próxima la Cámara Argentina del Maní presentará un documento al ministro Lavagna para que se tenga en cuenta a este tipo de producción, a la hora de una posible eliminación de las retenciones a la exportaciones de productos regionales.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura de la Nación, la Argentina exportó 177 mil toneladas de maní confitería durante el año calendario 2004. De ese total, casi 135 mil toneladas fueron a la Unión Europea; el resto, a Canadá, Rusia, Emiratos Árabes, Venezuela, Ucrania, Noruega, Dinamarca, Chile y Estados Unidos, entre otros destinos.
Para la campaña 2004/2005, la siembra en nuestro país alcanzó las 215 mil hectáreas, un 23 por ciento más que en la campaña anterior. Los cultivos presentan adecuada sanidad y un excelente desarrollo vegetativo. Las condiciones climáticas de este mes serán decisivas para el resultado de esta cosecha.
La producción primaria e industrialización manisera posee un inmenso efecto multiplicador, ya que la actividad genera directamente unos 10.000 puestos de trabajo. Por su parte, el diputado nacional Mauricio Bossa presentó, el año pasado, un proyecto de declaración a través del cual solicita a la Nación la eliminación de las retenciones a las exportaciones de maní.
“La provincia de Córdoba produce el 98 por ciento del maní argentino que se exporta casi en su totalidad. Más de 40 mil personas trabajan, directa o indirectamente, en el complejo industrial manisero”, fundamentó a Infocampo el legislador.
La inversión para sembrar una hectárea con maní duplica con creces la necesaria en los casos de otros cultivos extensivos como la soja y el maíz. Hacer maní hoy cuesta alrededor de U$S 500 por hectárea, si se considera el arrendamiento de la tierra.
Siembra directa de maní. El INTA Manfredi ensayó cuatro variantes del cultivo: labranzas reducidas y siembra directa (SD). En maní, se registraron rendimientos de alrededor de 4.000 kg/ha de grano, tanto con SD como con labranza reducida, con muy buena calidad para el consumo humano. De esta manera, se demostró la posibilidad de aplicar estas técnicas al cultivo de maní, con maíz y soja como antecesores, y al mismo tiempo satisfacer los requerimientos de los mercados internacionales.
GUSTAVO MALEM