Las pérdidas directas del sector agrícola estadounidense causadas por el huracán Katrina promedian, según distintas fuentes, u$s 3.000 M. Los puertos de la zona de New Orleans manejan alrededor del 60% de las exportaciones estadounidenses de granos. El Usda estima que el 63% de las instalaciones portuarias están en condiciones de operar, pero enfrentan una fuerte escasez de mano de obra. Además, los flete ferroviarios triplicaron su valor. Demás está decir que también hay una gran cantidad de boyas y elementos de navegación destruidos, por lo cual la Guardia Costera tardará bastante tiempo en autorizar la navegación nocturna.
Pero más allá de los puertos, el problema es la ausencia de barcazas disponibles para la navegación fluvial. “El delta del Mississippi canaliza el 50% de las exportaciones de maíz”, declaró David Lehman, director de commodities de la Bolsa de Comercio de Chicago. “Al menos es un alivio que el desastre haya ocurrido ahora y no un mes más tarde, cuando comience la cosecha de otoño”, agregó. Desde el paso del Katrina, los costos del transporte ferroviario se triplicaron.
El Wall Street Journal pronosticó que “si las exportaciones se frenan, habrá una fuerte caída interna de precios, pero un aumento de los precios internacionales”, y añadió que “los productores locales se perjudicarán, aunque su principal problema será el aumento en el precio del diésel”.
El Golfo de México es una zona clave en lo que hace a extracción petrolera y refinamiento de combustible. Por el momento, 20 pozos petroleros y ocho refinerías quedaron fuera de servicio. El presidente Bush acaba de autorizar el uso de las reservas estratégicas de petróleo crudo, pero su transformación en combustible llevará un tiempo.
La precaria situación de los farmers amenaza con alterar sustancialmente los recortes a los subsidios agrícolas planificados por Bush. En el caso del algodón, eso podría generar conflictos con Brasil, que ya amenazó con solicitar represalias si Estados Unidos no acata el fallo de la OMC vinculado con los subsidios algodoneros.
Pero, fundamentalmente, la marcha atrás en los recortes podría minar las negociaciones de la OMC programadas para fin de este año en Hong Kong, tendientes a rescatar del fracaso a la vapuleada Ronda Doha.
La economía estadounidense está resentida y ahora ¿será el turno del castigo de Rita?
Sebastián Masana | Especial para Infocampo
