Desde mayo de 2001, las empresas de maquinaria cuando compran materias primas y materiales pagan 21%, en algunos casos (energía y teléfono) el 27%, y después venden a un 10,5%. Esto genera una acumulación, que en la jerga se denomina “saldo técnico de IVA”, que, en muchos casos, representa el 10% del total de la facturación anual de la empresa.
Hace unos meses, el contador del Movimiento para la Defensa de la Maquinaria Agrícola, que aglutina unas 185 empresas, José Luis Castellarín, calculaba que el saldo técnico que tienen era de unos $ 40 M. La Cámara de Fabricantes estimó que todo el sector de bienes de capital tiene unos $ 300 M.
La Afip estableció un mecanismo de devolución. “El problema es que es engorroso dado que hay que combinar el trabajo de dos reparticiones: la Secretaría de Industria, en la que hay que hacer una presentación de los costos para poder establecer cuánto es el IVA que tiene contenido cada uno de los costos, y después en la Afip hay que hacer otra presentación para declarar lo que le está sobrando para hacer la devolución”, explicó el contador de la empresa Erca, Pedro Faragulini, en declaraciones a Infocampo Radio. Este mecanismo, según el contador, “nunca se pudo aceitar”.
El saldo a favor también puede servir para pagar impuestos a las ganancias. “El problema es que casi nunca el impuesto que se paga supera el monto que hay que pedir”, argumenta Faragulini, quien reconoce que la diferencia que hoy tiene Erca por quiebre de alícuota es de $ 3 M, cuando estas Pymes no superan los $ 30 M de facturación.
Ahora, si en vez de comprar una sembradora nacional se compra una importada, ellos no tienen el problema que tenemos los fabricantes nacionales, porque la importan directamente al 10,5%.
También se genera un problema financiero. “Cuando se compra al proveedor se paga el 21%; cuando se vende la maquinaria no solamente recupero el 10,5%; aparte le hago el descuento al cliente del 14%. Entonces, el bono de crédito fiscal del 14% más esta diferencia que es de un 5 o un 6% redondea un 20% del monto de venta que yo no lo recibo al vender la máquina.” Esto genera un desfasaje financiero que complica el normal funcionamiento de una Pyme.
Juan I. Martínez Dodda
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