En las pasadas elecciones PASO, el batacazo que representó el desempeño del candidato por La Libertad Avanza, Javier Milei, sorprendió a propios y extraños.
En este contexto, el interior productivo fue uno de los protagonistas y acompaño con su voto al libertario, que se impuso en 17 provincias, sobre todo en las de mayor perfil agroindustrial, como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
En el marco del seminario ganadero organizado en Mar del Plata por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), el director de Synapsis Consultores, Lucas Romero, realizó junto a Infocampo un balance de los comicios, delineó posibles escenarios y analizó el componente del voto agropecuario a nivel nacional.
-¿Cual es el primer balance las elecciones del 13 de agosto?
-Estamos en una escena de mucha incertidumbre, esperábamos que las PASO nos pudiera despejar quién será el próximo Presidente, qué tipo de política económica puede tener para la Argentina y qué condiciones de gobernabilidad puede tener ese Presidente. En ninguno de esos tres aspectos, las Paso nos ha esclarecido la escena y eso nos deja en un contexto de mucha incertidumbre hacia la elección general. Habrá que esperar a ver si la general nos ayuda un poco esclarecer que estrategias pueden adoptar Sergio Massa y Patricia Bullrich, para tratar de restarle votos a Javier Milei. La escena nos ha mostrado a tres competidores en niveles de paridad muy estrecha, con diferencias de tres puntos entre ellos y eso hace que aparezca una combinación muy variada de escenarios.
-¿La devaluación puede restarle votos al oficialismo?
-La decisión post-PASO del Gobierno de devaluar era algo que se esperaba, pero no en esta magnitud. No deja de ser un elemento que agrega más volatilidad a la escena económica y que probablemente agregue más complicaciones para el oficialismo en términos electorales, porque anticipa una escena con más inflación, con menos actividad y más pérdida del poder adquisitivo.
-A partir de las PASO, ¿Cómo quedarán posicionados los candidatos?
-Creo que Milei se verá favorecido por este fenómeno tan particular de los procesos electorales, que es el efecto “carro del vencedor”. Siempre el que gana es visto por la opinión pública y el electorado un poco más lindo, inteligente, simpático y atractivo. Esto quizás lo ayude a consolidar ese voto que obtuvo y probablemente a recoger algo más hacia la general, aunque la pelea para ingresar al ballotage está en los otros dos competidores. Bullrich tiene que primero convencer y retener al 100% de los votantes de Rodríguez Larreta, para que esa segunda posición tenga validez, y eso será un desafío enorme sobre todo porque tuvo una estrategia muy agresiva.
-En este escenario de cara a octubre, ¿que políticas están ofreciendo para el agro?
-El sector del campo hoy está inmerso en la máxima incertidumbre y las expectativas pasan por saber cómo se resuelve el proceso electoral, hacia dónde va la Argentina y es un sector que sigue reclamando. Pide reglas claras, un marco de condiciones económicas, institucionales y políticas que garanticen las mínimas condiciones necesarias, para que cualquier emprendimiento productivo pueda prosperar. Después vendrán específicamente los instrumentos de política pública, como reducción de la presión impositiva y seguramente mejorar las condiciones de comercialización de los productos del agro, mejorar la incorporación de tecnología y facilitar la inversión productiva.
-¿Hacia dónde pensás que van las preferencias del campo en materia de candidatos?
-Probablemente el agro mire con mucha más simpatía las opciones opositoras, porque la verdad es que lo que ha ofrecido este Gobierno en materia de política agropecuaria no ha sido efectivo en términos definitivos y ha sido muy perjudicial en términos de ofrecer un marco económico, un ecosistema económico saludable para que prospere el sector agropecuario. Ni hablar de una actitud muchas veces muy lejana, sin estar cerca del sector, tener un diálogo fluido y ser receptivo de las demandas del sector. Esto ha sido un poco una característica histórica de la vinculación del peronismo con el campo, sobre todo a partir de la 125.
-¿Se podría hablar de un voto chacarero en estas elecciones?
-En el interior claramente hubo una tendencia opositora al peronismo, que le fue muy mal en las provincias eminentemente agropecuarias. Pero el dato destacado también es la performance. Además de ganar en 17 provincias, se impuso en Santa Fe, Córdoba y Mendoza. En algún punto, que no le haya ido bien en Capital o en provincia de Buenos Aires nos lleva a interpretar el interior productivo ha visto en Milei un vehículo para expresar una queja y una protesta a esa dirigencia política nacional, que ha permanecido permanentemente preocupada y ocupada del AMBA, como si la prioridad estuviera allí.
-Para el peronismo, ahí se concentran una porción significativa de los votos
-Esto significa que el resto de la población argentina puede sentirse discriminada o desestimada de la atención, la preocupación y la posibilidad de ofrecer soluciones a sus problemáticas. Es como si hubieran querido castigar, a través de Milei, al establishment político nacional, que es del AMBA. En Estados Unidos, Donald Trump triunfó criticando y cuestionando al establishment de Washington, señalándolo como una casta política alejada de los problemas de la gente e insensible de los padecimientos de la gente. Quizás exista algo de eso también en todo ese apoyo del interior hacia Milei, que sea como un vehículo para transmitirle a esa dirigencia política nacional, que el interior también existe y padece.