El Gobierno sigue, con mucha atención, el progreso de los precios de la carne, tanto donde se forman los precios como lo que pagará el consumidor.
Evidentemente, las políticas de control tuvieron una eficacia de corto plazo. En este sentido, fueron advertidos por la cadena que, claramente, planteó que el cierre de las exportaciones, los precios congelados y diferentes medidas irían poniendo un freno al ritmo productivo. Ya se observa en la oferta de carne.
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Ahora, el Gobierno debe solucionar el “impacto mayor” de sus decisiones. ¿Cómo restablecer la normal oferta de carne al mercado, que ello se conjugue con la alta demanda y que no falte mercadería sobre fin de año?
Por ello, luego del congelamiento de precio que se acordó oficialmente, durante el fin de semana, con las cadenas de supermercados, será el turno de acordar con la cadena para seguir adelante. Al respecto, citarán a los principales representante esta semana.
Para todo el sector cárnico, el último año, fue un giro 180° en materia comercial. A finales de 2020 se daba el primer acuerdo de precios con los exportadores por los primeros tres cortes parrilleros. Actualmente, el contexto y la incertidumbre para los productores es totalmente diferente.