Fuerte volantazo en el marco del fideicomiso que opera en el trigo, también conocido como “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, popularmente llamado “FETA” por sus siglas.
Luego de más de un año de funcionamiento el Gobierno redujo el subsidio únicamente a la harina 000, la más consumida por el público.
“Resulta necesario adecuar ciertos aspectos del FETA a fin que el escenario provocado tanto por la disminución de ingresos fiscales derivados de las exportaciones agropecuarias como también por los efectos en el mercado interno que genera la situación descripta, no impacte críticamente sobre el consumidor”, expuso la resolución 319/2023, firmada este viernes por el secretario de Comercio del Interior, Matías Tombolini.
Según lo redactado, la intención del funcionario es que el fideicomiso “continúe siendo un instrumento adecuado para cumplir con los cometidos fijados por el Decreto N° 132/22 como así también para brindar al consumidor, de modo mediato, mejores condiciones de acceso para los productos derivados de la molienda con mayor relevancia en la canasta de consumo de las familias argentinas”.
Por eso, apuntó que “resulta oportuno y necesario compensar únicamente las ventas de Harina 000 y las de segunda industrialización que realicen los destinatarios que operan en el ámbito del FETA”.
De este modo el Gobierno fijó el precio de la harina 000 común a $1764 para la bolsa de 25 kilogramos. Además estableció diferencias de precio a aumentar según la región:
- Provincia de Buenos Aires: 3,50%
- CABA: 3,50%
- Centro, Cuyo y Litoral: 5,50%
- NEA y NOA: 7%
- Patagonia: 10,5%
“La medida tiene por objeto mejorar el impacto de la herramienta financiera tanto en las estructuras de costos como en los productos ofrecidos al consumidor”, aseguró.
Tombolini plantea en la resolución que se publicó en el Boletín Oficial que la sequía dejó estimaciones agrícolas que “marcan una pérdida del 45% de la producción sojera esperada al inicio de la campaña 2022/2023”.
Justamente, el FETA toma fondos provenientes de la suba de retenciones que a comienzos de 2022 se aplicaron sobre la harina y el aceite de esa oleaginosa.
Argentina es uno de los principales jugadores a nivel mundial de esos productos y el objetivo fue obtener liquidez desde la soja, de bajo consumo interno, hacia el trigo, de alta demanda por el público argentino.
Pero ahora ante los magros rindes de la cosecha gruesa y la intención de los industriales aceiteros de salir a comprar soja en el exterior, el escenario cambió.
LA RESOLUCIÓN DEL MIÉRCOLES
Esta misma semana la misma cartera había informado que además de los $1764 que costaría la harina 000, la 0000 el valor iba a ser de $2117.
A su vez, las harinas 000 calidad 24/26 gluten iban a poder subir un 10% que el $1764 que presentaba esta categoría. Mientras que la calidad 26/28 un 20% más y la de más de 28 gluten, un 30%.
Por último Las harinas tapera y semolín habían sido fijadas en un valor de $2293.
En tanto que las harinas acondicionadas y especiales (inglés), premezclas e integrales, iban a contar con el mismo valor que las 000 pero iban a poder ser ser aumentadas hasta un 50% más.
“Resulta necesario aumentar la oferta de la harina con compensación en el mercado y, asimismo, actualizar sus valores para que sean consecuentes con la evolución del resto de los componentes del costo de los productos derivados de la harina de trigo”, había sido el argumento ese día.