A través de la resolución conjunta 1/2022, los Ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca prorrogaron hasta el 31 de enero de 2023 la vigencia del denominado “fideicomiso aceitero”.
Se trata del mecanismo de financiamiento que armó el Gobierno nacional con el fin de que los agroexportadores realicen un aporte a este fideicomiso, con el fin de abaratar el precio de los aceites en el mercado interno, “en el marco de un mecanismo de asistencia financiera previsto bajo pautas de previsibilidad y seguridad jurídica”, destaca el Gobierno en la medida.
En este fideicomiso participan todas las personas humanas o jurídicas que operan en el mercado de la soja o girasol y se encuentren inscriptas en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), para conformar una herramienta de asistencia financiera que, “preservando la libertad de mercado y la libre competencia, garantice el abastecimiento interno y asegure precios justos y razonables para los consumidores”, agregan los Ministerios mencionados.
Cómo funciona
En concreto, funciona a través del pago, por parte de las empresas del sector agroexportador, de compensaciones a productores y abastecedores de aceites refinados de soja, girasol y/o sus mezclas comestibles destinados al mercado interno para consumo final.
- Quienes aportan al fideicomiso son los exportadores de harina y pellets de girasol, pellets de harina de soja, expellers de soja, habas de soja, semilla de girasol y harina de soja.
- Mientras que los que perciben el beneficio son los productores de aceites “envasados” (aceites refinados comestibles destinados al mercado interno para consumo final y familiar en envases de hasta tres litros) y aceites “refinados” (aceites refinados de soja, girasol y/o sus mezclas).
El volumen mensual que se compensa es de 29 millones de litros, en una proporción mínima de 80% de aceite puro de girasol.
Desde el ruralismo cuestionan esta política porque consideran que lo que hacen los exportadores es trasladar el costo de este fideicomiso al precio de los granos, por lo que quienes terminan pagando en realidad el costo son los productores primarios.
Según el Gobierno, “la implementación del mecanismo referido ha demostrado ser adecuada para el cumplimiento de los objetivos propuestos, por lo que resulta conveniente su continuidad durante el período comprendido entre el 1° de febrero de 2022 y el 31 de enero de 2023, propendiendo a la estabilidad de los precios en el mercado interno de los aceites mencionados”.