La subsecretaría de Lechería de la Nación está convocando a las asociaciones de productores y demás entidades vinculadas a la cadena láctea para reuniones privadas en las que intercambiarán posiciones y sugerirán medidas para salir de la crisis que atraviesa el sector, el más afectado de todo el rubro agropecuario.
Según consigna Agrovoz, el vicepresidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), Alejandro Leveratto, señaló que el próximo martes a las 15 concurrirán a una reunión junto al subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, y de la que también participaría el secretario de Agricultura, Ricardo Negri.
Una novedad, en relación con la metodología que se utilizaba durante el gobierno anterior, es que las audiencias serán con cada entidad por separado, para poder tener un diálogo más concreto y certero y “evitar las grandes asambleas donde todos querían hablar y el debate se dispersaba”, remarcó Leveratto.
“El objetivo es tener un intercambio de ideas pero no sólo de diagnóstico sino apuntar a medidas rápidas de coyuntura para sobrevivir y salir de esta situación tan crítica, de quebranto, para después enfocarnos en aspectos más estructurales”, explicó Leveratto.
Para el dirigente de Caprolec, el principal problema que afecta al sector es el sobrestock de leche en el mercado interno, que empuja los precios hacia abajo para los tambos, aunque en las góndolas esas bajas no se reflejen. En mayo, el precio por litro de leche cruda se ubicaba en torno a 3,30 pesos y ahora hay industrias que lo abonan hasta a 2,20 pesos.
Un buen augurio es que desde el Gobierno comparten este análisis. Antes de asumir, por caso, el secretario de Agricultura, Ricardo Negri, mantuvo una entrevista con Agrovoz en la que aseguró que “hay un sobrestock de leche que carcome el precio”.
“Acá la solución que hay que buscar es quién se toma toda esa leche. En el mercado internacional, los industriales aseguran que la ofrecen pero no tienen respuesta de los compradores. Lo único que queda es volcarla al mercado interno, pero establecer cambios de hábitos de consumo para que la gente consuma más lácteos no se puede lograr en un corto plazo, sólo con planes sociales”, mencionó Leveratto.
Por ello, sugiere que una ayuda fundamental que podría otorgar el Estado es comprar la leche excedente y redistribuirla a sectores carenciados. “No puede ser que en Argentina se hable de que se estoquea leche mientras hay gente desnutrida o niños mal alimentados en la etapa de lactancia”, comentó Leveratto.
La otra solución, según este dirigente, sería aumentar el subsidio de 30 centavos que reciben los tambos, pero lo considera algo muy oneroso. “Si bien no hay un precio único, en general si por litro producido nos pagan el equivalente de dos kilos de maíz o uno de leche, que hoy en día significa unos 3,50 pesos, más o menos nos arreglamos. Pero eso significa un peso por litro de subsidio en un país que produce 30 millones de litros por día. ¿Tiene el Gobierno mil millones de pesos por mes para subsidiar al sector lechero?”, evaluó Leveratto.
Por eso considera que, para el Estado, sería un esfuerzo menor comprar la sobreoferta de leche y, al liberar a la industria de estos excedentes, ya no tendría argumentos para seguir abonando el litro crudo a menos de 3,50 pesos. “Esta sería la mejor política, con un efecto positivo doble: solucionar el problema sectorial y también mejorar el desarrollo social”, concluyó Leveratto.