Argentina es una referencia mundial en marteria de sustentabilidad, a partir de la adopción de la siembra directa. Sin embargo, los últimos datos sobre lo que está pasando con el girasol en el norte del país muestran que los agricultura de esa subregión se están alejando de la sostenibilidad.
De acuerdo a los datos regionales (NEA-Sudoeste de Buenos Aires/Sur La Pampa) del Revelamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA), de la Bolsa de Cereales porteña.
En datos de rendimiento, estas dos zonas, en la campaña 2021/22, en el NEA Este el área sembrada con girasol se duplicó y el rendimiento promedio cosechado presentó un aumento interanual de 400 kilos hectárea.
Mirá también Iluminado: el girasol va por la mayor siembra en 15 años, según el Gobierno
En cambio, hacia el sur girasolero, el área sembrada se mantuvo y se observó una disminución del rendimiento de 100 kilos por hectárea.
Así como se observó una disminución de la tecnología en estas zonas, otro de los temas preocupantes que cita la Bolsa, es la disminución de la siembra directa.
La zona NEA presentó un menor porcentaje de adopción de siembra directa que el SO BA-S LP,
obteniéndose en la campaña 2021/22 valores de 45% y 65%, respectivamente. A su vez, comparando la evolución entre años, se refleja una clara tendencia negativa en la adopción de la práctica para ambas zonas (Ver Gráfico).
De acuerdo a la Bolsa, este retroceso que se viene registrando en estas zonas está relacionado a distintos factores como la disponibilidad de maquinaria para la práctica de la directa, la disponibilidad de semilla tolerante a herbicidas de la familia de las imidazolinonas y el consecuente control de malezas, y, finalmente, a la necesidad de reacondicionamiento de lotes, por ejemplo para eliminar huellas luego de una cosecha bajo excesos hídricos.