La siembra de girasol alcanzaría las 1,95 millones de hectáreas durante la campaña 2023/24, lo que significa una caída del 11% o 250.000 hectáreas con respecto al año pasado.
Esta es la primera proyección de superficie girasolera que dio a conocer este miércoles la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su informe de precampaña de la oleaginosa.
De todos modos, un aspecto a tener en cuenta es que, como en los tres últimos ciclos este cultivo fue sumando mayor área, la siembra proyectada para la presente temporada es un 11% superior al promedio de los últimos cinco años.
FACTORES CONTRA EL GIRASOL
Según la entidad porteña, la caída proyectada “se debe principalmente a una relación insumo-producto desfavorable, ocasionada por la baja de los precios de la oleaginosa”.
No obstante, incide también una perspectiva climática que indica un año “Niño”, con mayores precipitaciones en la primavera y el verano, lo que tienta a los productores a apostar por la soja o el maíz.
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Al respecto, vale recordar que el girasol logra buenos resultados incluso en años de sequía, como el último, en que fue el único cultivo que logró un crecimiento en la cosecha, pese a los daños de La Niña.
De todos modos, la falta de agua también puede ser un problema: en el núcleo girasolero del norte del país, donde las labores de implantación suelen comenzar en esta época del año, “existe una preocupación adicional debido a la escasa humedad de los perfiles del suelo, lo cual podría afectar la siembra en esa región”, dijo la Bolsa de Buenos Aires.