El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, lo advirtió apenas inició su discurso de inauguración oficial de la 135° Exposición de Palermo: es la gran oportunidad que tiene el campo cada año de ser escuchado.
En ese sentido, no desaprovechó la oportunidad, con una alocución en la que disparó fuertes críticas no solo al Gobierno sino a la clase política en general, citando numerosos datos sobre el estancamiento en el que está sumido el sector agropecuario y agroindustrial argentino.
Sobre los temas específicos del ruralismo, apuntó de manera directa contra las retenciones y la brecha cambiaria, y advirtió que “el campo no va a ser un espectador pasivo” en la próxima argentina.
EL DISCURSO DE LA RURAL: LA SEQUÍA
En la apertura, Pino hizo lógicamente foco en lo que fue la principal noticia de la última campaña: la sequía.
Pero la utilizó como plataforma para iniciar sus dardos hacia la política: “Nos marcó fuerte, pero más que nunca dejó al desnudo las pésimas políticas que los Gobiernos han implementado en Argentina en los últimos 80 años”.
Para el titular de la SRA, la consecuencia de esas políticas es una producción agropecuaria “trabada, estancada, debilitada”, debido al manejo de la economía nacional que hacen los gobiernos, “llevados por conveniencias electorales”.
En este punto, Pino formuló su primer cuestionamiento fuerte contra el Estado, al que acusó de actuar como “socio desleal y forzoso, con impuestos discriminatorios, confiscatorios y distorsivos”.
También aquí atacó el desdoblamiento del dólar al señalar que el manejo discrecional del tipo de cambio “obra como un instrumento de apropiación de la legítima rentabilidad del productor”.
“El Estado, que debe trabajar para abrir mercados, irrumpe con intervenciones oportunistas, como las cuotas de exportación, la prohibición de importaciones indispensables, la manipulación de los fideicomisos, o los acuerdos prebendarios y proteccionistas con ciertas empresas. Intervenciones que falsean costos y precios, encadenan la libertad de comercio, y desalientan cualquier plan de inversión o crecimiento”, prosiguió.
En este marco, insistió en que las últimas medidas del Gobierno no ayudan a la previsibilidad sectorial, porque se tomaron “por una necesidad financiera y no en beneficio del agro”. “Estamos cansados de anuncios que no llegan a los productores”, remató.
EL DISCURSO DE LA RURAL: LAS RETENCIONES
Luego fue el capítulo de hablar de las retenciones: Pino recordó que el campo es el único sector que genera divisas netas y genuinas para que el país funcione y subrayó que en 21 años de vigencia de este impuesto, el sector lleva aportados más de U$S 170.000 millones.
“La respuesta del Estado es el ataque a la productividad del campo, no sabemos cuántos tipos de cambios oportunistas y desestabilizadores, y un impuesto inflacionario que agudiza la pobreza llevándola a un vergonzoso 42% de la población”, disparó Pino.
Otro dato: “Desde el momento en que reinstauraron las retenciones, más de 100.000 productores tuvieron que abandonar su actividad”, agregó.
“Las retenciones son un impuesto pésimo por abusivo y discriminatorio. El Estado, como si fuera un acreedor privilegiado, se ha quedado con lo poco que obtuvo productor o le ha cobrado inclusive a productores que estaban en situación de quebranto”, recordó en relación a la sequía.
En este marco, citó a los derechos de exportación como un ejemplo de las malas políticas que estancan la producción en Argentina, mientras los países vecinos no paran de crecer.
Como ejemplo, dijo que Argentina en la década de los 60’ liderada el mercado global de carnes y hoy se sigue exportando la misma cantidad de carne que en aquel entonces, cuando Brasil multiplicó por 29 su comercio exterior.
Lo mismo la leche en polvo, que hace 20 años se exporta lo mismo, cuando Uruguay triplicó sus ventas; o la industria forestal, que continúa en el mismo nivel de 1970, cuando Uruguay multiplicó por ocho y Paraguay y Chile, por tres.
“Lo único que se multiplicó en Argentina es la pobreza. Los planes sociales pasaron de 100.000 en 1999 a 14 millones en 2022, mientras tanto el dinero de los impuestos se invierte en medidas populistas y en pagar una enorme fiesta demagógica que destruye la cultura del trabajo”, enfatizó.
EL DISCURSO DE LA RURAL: LA POLÍTICA
Por este motivo, Pino –en tono electoral– exclamó: “Está claro por qué camino no hay que ir”.
De todos modos, aclaró: “A los nuevos gobernantes les pedimos no que dejen de ayudar a los necesitados, sino que lo hagan respetando su dignidad, con la creación de nuevos puestos de trabajo”.
Otras frases destacadas dirigidas al sector político fueron las siguientes:
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“Ojalá la política evite la eternización de los dirigentes y que vivamos en permanente campaña interna. La campaña para ocupar cargos debe consistir no en hacer propaganda de sí mismo y denostar al adversario, sino en dar pruebas de buena gestión”.
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“A 40 años de la vuelta de la democracia, nos falta ejercerla plenamente y consolidarla; es decir, dejar de lado el vaivén entre extremos, y reducir la costumbre de romper siempre con lo anterior, en vez de lograr políticas de Estado basadas en el acuerdo. La política prefiere muchas veces ocuparse de las rencillas entre los políticos, en vez de ocuparse de los argentinos; se gasta mucho tiempo en frivolidades y pequeñeces, esta semana lo viví en carne propia (en referencia a su foto abrazando al ministro de Economía, Sergio Massa).
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“En estas elecciones aparece un dato importante: la mitad del padrón, son menores de 40 años, o sea que han nacido en democracia. Aprovechemos a esta juventud, ajena a las divisiones del pasado, para dejar atrás las grietas que nos separan”.
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“Hay entre nosotros intentos de desarmar las instituciones y la división de poderes, violando la Constitución Nacional y tolerando prácticas populistas. El ejercicio de la política está plagado de fallas, como la corrupción, el clientelismo, el nepotismo y la manipulación de los votantes. Frente a una situación tan crítica, nuestra respuesta es: profundicemos la democracia republicana. La respuesta no es el autoritarismo ni el populismo”.
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“Nos preocupa, sobre todo, el rescate de los valores. Si hay algo que distingue al hombre de campo, es el hecho de que tiene palabra. Respeta los valores. Por eso, desde aquí, defendemos la honestidad, la libertad, la igualdad de derechos y de oportunidades, la propiedad privada, el progreso basado en el mérito y el respeto a los valores republicanos”.
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“Llamamos a la conciencia de cada uno, frente a las próximas elecciones. El que sea gobierno a fin de este año deberá subordinarse a la Constitución y dejar al margen los vicios de la política. Estamos acostumbrados a lidiar con el clima, respetando la naturaleza. Ese mismo respeto lo exigimos de los que ejercen los cargos políticos. La política debe dejar de ser un medio de vida y volver a ser un acto de servicio”.
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“Hacemos un llamado de atención, especialmente, a las personas que ambicionan ocupar cargos públicos en las próximas elecciones. El campo no va a ser un espectador pasivo. El campo va a ser protagonista de la realidad nacional, de una nueva Argentina”.
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“Los últimos gobiernos han marchitado la dignidad de las personas. Han ahogado la meritocracia y las expectativas, las ganas de progresar, la iniciativa privada; han atrofiado el futuro, expulsando a los argentinos a otros horizontes. Pero nosotros sabemos que tenemos un enorme potencial en las manos. No perdamos la confianza en nosotros mismos. No perdamos la ilusión de ir hacia adelante”.
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“¿Cuándo será el día en que un gobierno saliente no deje al siguiente un campo minado de problemas por estallar? ¿Cuándo será el día en que el gobierno que asuma no se cruce de brazos quejándose de la famosa ‘pesada herencia recibida’?”