Finalmente la famosa frase “si no puedes derrotarlo, únetele” ha sido aplicada por el equipo económico en pleno.
Como el gobierno no puede controlar al blue, ha decidido crear uno propio y así es como nacen los Cedin.
La idea es conseguir dólares y que éstos sirvan para circular en la economía real permitiendo realizar transacciones que en la Argentina están dolarizadas. La compra-venta de inmuebles es, evidentemente, una de ellas y el objetivo de los Cedin es que sirvan para que el sector inmobiliario tenga un respiro. Aunque sólo parecería un paliativo para amortiguar la caída.
Claro que hay algunos puntos sin resolver todavía. El primero es cuántas personas se suscribirán. Es decir, cuántos son los evasores que están dispuestos a cambiar dólares por Cedin. El segundo es si quien esté en condiciones de vender un inmueble aceptará, y ante la sola presencia de escribano público, firmar con cedines en la mesa y no con dólares la escritura de su casa o departamento. Seamos sinceros, estas diferencias de confianza se suelen saldar mediante el precio. Así es como un departamento de 100.000 dólares podría costar 110 o 115 mil cedines.
Pero antes del Cedin, el dólar ilegal
Otro de los problemas que se presentan se relaciona con quienes tienen hoy pesos en negro y no dólares. Está claro que si los quieren blanquear tienen que conseguir antes los dólares, tarea que sólo pueden hacer pasando por el dólar ilegal.
Por lo tanto en los próximos meses la demanda del blue-ilegal podría subir para formar parte del dólar blue-oficial. Es por esto que la reacción original del paralelo fue alcista. Porque lo más probable es que se quieran blanquear los pesos antes que los dólares que ya tienen.
Para evitar esta ida al dólar ilegal, el gobierno debería crear un nuevo blanqueo de pesos, así le quitaría presión al blue. Es como un círculo vicioso de blanqueos.
Cuánto se blanqueara
El diputado Feletti calculó unos 4.000/5.000 millones de dólares. Mejor no averiguar cómo se hace ese cálculo, pero supongamos que sea acertado. Lo más probable es que la gran mayoría vaya a Cedin y no a Baade. Si existieran dudas, la circulación de Cedin sería de muy corto plazo, por lo que así como podrían entrar rápidamente, en 6 meses se podría retirar más de la mitad.
Sea el caso, lo cierto es que 4.000 millones es el 1% del PBI, lo cual está claro que no mueve el amperímetro de la economía argentina. Entonces, sería oportuno preguntarse si vale la pena un blanqueo semejante (fiscal y cambiario) para tan poca cosa.
Lo cierto es que por lo explicado los nuevos Cedin no deberían ser de color verde como se los ha presentado, sino de color azul.
Por Tomás Bulat. Economista
Fuente: Infobae
