El trigo empieza a promediar una condición de definición de rendimiento en todas las regiones productivas y las pespectivas son alarmantes considerando que, en muchas zonas, no se registran lluvias de magnitud hace más de cinco meses.
La Bolsa de Comercio de Rosario ya estimó que, en la zona central, están en riesgo 500.000 hectáreas del cereal por el bajo estándar del cultivo, mientras que la Bolsa porteña redujo la estimación de producción a 17 millones de toneladas.
Mirá también Un cultivo “de selección”: en el predio de la AFA, se realizará el 7° Congreso de Maíz Tardío
Lo cierto es que, en muchas zonas, el cultivo no está en condiciones actuales para conseguir un rinde promedio. Muy preocupante. Sin embargo, en ciertos casos, productores y técnicos se plantean la posibilidad de hacer una fertilización de rescate, si se presentan las lluvias a tiempo justo antes del período crítico.
Quien tomó esta consulta fue el técnico Gustavo Ferraris (Ver Foto), del INTA Pergamino, especialista en nutrición de cultivos, fertilidad de suelos y agricultura de precisión.
Consulta sobre un dilema actual. Un trigo no fertilizado con nitrógeno, en estado avanzado. ¿Vale la pena fertilizarlo ahora? ¿Fuente?https://t.co/KHpblwbQlV
— Gustavo N Ferraris (@GustaFerraris) October 3, 2022
Dentro de una consulta del portal “Agroconsultas on line”, Ferraris sostuvo que, “hasta hoja bandera, me animaría a realizar una aplicación de urea, urea tratada con inhibidores de pérdidas, líquidos o Nitrodoble al suelo, con un pronóstico de lluvia cercano / inmediato, que asegure que esta aplicación valdrá la pena”, a lo que agregó que estas estrategias tienen como ventajas los bajos costos y posibilidad de aplicar dosis elevadas.
Mirá también Con bioestimulación, los cereales tienen mejores defensas para enfrentar las enfermedades invernales
El experto insistió en que, esta decisión debe presentarse con lluvia segura y habría que tener la certeza de que el cultivo llegará a cosecha y con un rendimiento superior a 2.000-2.500 kilos por hectárea.
OTRO ESTRATEGIA
De acuerdo al experto, otra alternativa es recurrir a un fertilizante foliar nitrogenado.
“La cantidad de nitrógeno aportada con un foliar es menor, respecto a la urea, y quizás no cambie de manera significativa la concentración de nitrógeno en la biomasa, pero inducen un shock de crecimiento en el período critico”, explica Ferraris.
En este sentido, agrega que, la mayor ventaja de esta estrategia, es que se puede aplicar un tiempo después de una lluvia, con una perspectiva de rendimiento más confiable.
Asimismo, sostuvo que no tienen límite en el momento de aplicación, podrían tener un efecto positivo con el trigo aun espigado (lo ideal es hoja bandera), con muy bien tolerados a dosis de marbete, y se pueden mezclar con fungicidas.