El cannabis gana espacios en el mapa productivo argentino, a través de una creciente integración público-privada, tanto para su producción como su comercialización.
En este contexto, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) trabaja para la obtención de materiales vegetales, desarrollo de técnicas de manejo y metodologías específicas para la producción de la planta y sus derivados, como el aceite medicinal, entre otros.
En la actualidad, el organismo concentra unos 25 proyectos de investigación y desarrollo distribuidos en todo el territorio nacional. En los próximos días, junto a la Secretaria de Agricultura, Inase y Senasa presentarán en Expo Cannabis los avances realizados a partir de la implementación de la Ley 27.350.
“Los avances del INTA han sido muy importantes en algunos proyectos, como el de Patagonia Norte o el de Pergamino, que han logrado articular con varios actores que trabajan con el cultivo, o que forman parte de algunas de las etapas del ciclo productivo de la planta de cannabis”, indicó Silvina Lewis, del INTA.
El @intaargentina consolida su rol estratégico en el desarrollo del cannabis
Con proyectos distribuidos en todo el país, el Instituto promueve la expansión de la cadena de valor de cannabis medicinal y avanza con el estudio del cáñamo industrial.
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— INTA Informa (@INTAInforma) November 2, 2022
LA VERSATILIDAD DEL CÁÑAMO
El cáñamo es una planta con miles de usos y justamente Argentina, con su gran amplitud de territorio y diferentes regiones agro- climáticas, tiene condiciones para su cultivo.
“El desarrollo de esta industria obviamente dependerá de muchos otros factores, pero en lo que respecta a la planta tenemos las condiciones y estamos articulando con diferentes organismos del Estado y otras instituciones para poder importar germoplasma que responda a ese uso”, especificó la investigadora
Para obtener germoplasma de calidad, el INTA considera fundamental contar con una correcta trazabilidad de los procesos en el programa de mejoramiento. Esto incluye desde la siembra de la semilla hasta obtener el producto final, además de asegurar buenas condiciones sanitarias de los materiales vegetales propagados que deberán ser homogéneos y estables en sus características.