Un clima poco propicio durante los meses de febrero y marzo pasados hizo caer la confección de reservas forrajeras, aspecto que le pega a la producción tambera.
Raúl Acotto, titular de la firma Agrocefer, comentó que en febrero sólo pudo trabajar 13 de los 28 días del mes. Dado que los maíces y sorgos que se destinan a silaje de planta entera tienen una ventana bastante estrecha para convertirse en reserva, una vez pasado el momento ya no se pueden picar.
Y lo que le pasó a Acotto también le ocurrió a sus colegas. En total, se estima que un 20 a 25% del área no se pudo picar, lo cual afectará negativamente la alimentación de las vacas lecheras, y por tanto su productividad.
A esto se les suman las intensas lluvias caídas en la cuenca lechera santafesina que también hará decaer la producción, aunque más no sea estacionalmente.
Para peor, el año había arrancado con una caída interanual de la producción de leche, es decir menos oferta, en orden del 5%. Y como las empresas exportadoras se veían venir la entrada en vigencia del sistema de retenciones móviles que les poda los ingresos por encima de los 2.100 dólares la tonelada para la leche en polvo, salieron a anotar el máximo posible de operaciones y levantaron el precio de la materia prima, descolocando a las empresas orientadas al abastecimiento del mercado interno.
En el arranque de abril, las góndolas de los supermercados y almacenes comenzaban a mostrar síntomas de un incipiente desabastecimiento. Esto complica sin dudas la estrategia de la Secretaría de Comercio Interior en mantener a raya los precios de los productos, sustituyendo los mecanismos de formación de precios por otros artificiales, surgidos de los planificadores gubernamentales.
Ahora que desgraciadamente el clima termina de complicar las cosas, la salida parece alejarse. Porque la caída en la oferta presionará los precios al alza y entonces el Gobierno reaccionará con más injerencia en el mercado, emitiendo señales que sólo desvían al empresario rural de su meta básica: aumentar la productividad.
A favor solamente puede jugar el mecanismo de reembolso, del cual sólo llegó al 4% de la producción mensual.
Javier Preciado Patiño
