“El balance de 2005 se divide en dos:los primeros seis meses hubo mucho movimiento, se vendieron campos, hubo muchas consultas, fue activo para el negocio inmobiliario rural. Pero en la segunda mitad del año, se empezó a politizar, se mezcló la política con la economía, entró en juego el problema de las retenciones y todo eso generó un clima incierto para el inversor, que es sumamente cauto ante las amenazas de riesgo, y por lo cual empezó a esperar”, describió el economista Roberto Frenkel en diálogo con Infocampo TV.
“Desde el punto de vista del inversor, las rentabilidades son bajas, la renta del dólar ha subido un 0,5% que para la Argentina es totalmente manejable, el campo sigue siendo una buena inversión, los mercados financieros no ofrecen alternativas que generen confianza. Todo está dado para que siga desarrollándose, si el país mantiene una política con reglas de juegos claras y perdurables, las inversiones van a venir y vamos a poder darle un mayor empuje al campo con tecnología, con desarrollo y con inversión”, agregó.