Miguens sin embargo indicó que la medida adoptada -de incremento de las retenciones de 23,5 a 27,5 por ciento- fue “inconsulta” y “un poco apresurada”.
Señaló que los dirigentes del sector tenían “mejores propuestas” para lograr un descenso de los precios de los insumos básicos para la canasta familiar, aunque hasta ahora no fueron convocados “a una mesa de diálogo” con el Gobierno.
El dirigente ruralista afirmó que a su entender el aumento de las retenciones, que se explicaron oficialmente en la necesidad de contar con fondos para subsidiar a las empresas elaboradoras de harina y de leche, entre otras, y así bajar los precios de los productos al consumidor, “no era necesario”.
Indicó que según las proyecciones se calcula que aumentarán sustancialmente las exportaciones de granos y que por ello también se incrementará la cifra que percibirá el Estado en concepto de retenciones.
Dijo que hoy productores de soja de algunas provincias que tienen “mediana rentabilidad” terminan estando obligados a “subsidiar a provincias más ricas” al tiempo que expresó su temor de que a la hora de distribuir los subsidios haya “distorsiones”.
Reveló que “mañana martes y el miércoles” los directivos de la SRA se reunirán para analizar las novedades en materia de aumento de retenciones para la soja y ver qué posición adoptan. “Ojalá podamos encontrar en el gobierno una respuesta o poder sentarnos a dialogar”, expresó Míguens, para ver “cómo se pueden buscar soluciones sin seguir afectando la rentabilidad del productor”.
El dirigente agropecuario agregó que “apuntar justo contra ese sector es realmente una falta de reconocimiento e incluso una falta de proyección en cuanto a lo que puede significar para la Argentina un campo en funcionamiento, que puede abastecer tanto a la demanda externa como en el mercado interno”. Según datos de la SRA, entre retenciones y demás impuestos vigentes, el sector agroindustrial aporta 40.000 millones de pesos anuales al Tesoro Nacional.
