Comenzaba el 2020 y los diez equipos de Fórmula 1 ya tenían todo preparado para un nuevo campeonato mundial. Los 20 pilotos deseaban poner en marcha el motor y arrancar el año a máxima velocidad.
Llegó marzo y el momento tan esperado por todos: el gran premio de Melbourne (Australia). Arrancaron las prácticas libres del viernes y todo marchaba bien hasta que algo cambió, algo pasó en el aire y por el Paddock. El rumor de un virus mundial y letal que recorría el mundo a una velocidad más impactante que los propios monoplaza de F1.
Muchos incrédulos sostenían que allí no pasaría nada, y sólo el gran Sir Lewis Hamilton que ya cosecha siete títulos mundiales con más de 100 pole position y casi 100 carreras ganadas, se atrevió a decir en una conferencia de prensa que “la carrera se debería suspender“, pero que “manda el dinero“.
Fue recién el sábado cuando McLaren anunciaba su primer caso de Covid-19 positivo en un miembro del equipo que todo fue cancelado hasta nuevo aviso.
Ese marzo gris para la Fórmula 1 y para el resto de la humanidad, generó que la temporada recién se pueda iniciar en julio, dejando poco y nada para hacer para los pilotos y los equipos.
En esos meses “libres” el cuatro veces campeón con Red Bull y actual piloto de Aston Martin, Sebastian Vettel, reveló que se hizo agricultor.
El alemán siempre se mostró ligado a la naturaleza y la producción, y hasta fue presentado como embajador de la iniciativa BioBienenApfel, que busca proteger los hábitats de los insectos, pero hasta el momento nunca había dedicado tiempo a su interés.
“Tenía más tiempo del que había planeado y pensé en lo que podía hacer y en lo que me interesaba“, señaló el piloto quien completó una formación para aprender más sobre agricultura orgánica: “aprender más del lado práctico y hablar con las personas que se ocupan de ello en el día a día, fue muy interesante“.
Vettel quería hacer una pequeña huerta en su casa de Suiza y así comenzó junto a sus hijas con el desafío, que tenía una premisa particular, la huerta tenía que tener forma de corazón.
“No quería conformarme con un corazón pequeño, así que busqué hacer un corazón un poco más grande. Las chicas estaban ahí conmigo al principio, pero luego me quedé solo con la pala y eso fue muy agotador“, relata el ex piloto de Ferrari.
El resultado: “El año pasado ya salió un poco, pero espero ver más brotes este año“.
Para Vettel, “en algún momento te das cuenta de que no todas las verduras son iguales, que no todas las manzanas tienen los mismos nutrientes, y te preguntas por qué“, y fue así que comenzó su interés por la producción agrícola, sobre todo la orgánica.
“Te das cuenta muy rápidamente de dónde viene la manzana y cómo se cultiva, y así fue como se me abrieron las puertas”, explicó a Motorsport el campeón.
