En la última edición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), nuestro país asumió dos compromisos claves que interpelan a muchas producciones agropecuarias. Uno de ellos es “detener y revertir la deforestación”, y el segundo “reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030”.
En este sentido, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), como representante de 64 entidades vinculadas a las cadenas productivas de todo el país, es un interlocutor indispensable del diálogo público-privado que se requiere para alcanzar los objetivos anunciados.
“Asumimos la responsabilidad que significa que el sistema agro-bio-industrial sea parte de las soluciones integrales de triple impacto (social, ambiental y económica)”, afirmaron desde el consejo.
Agenda
Para el Consejo, los temas que requieren atención y articulación son los siguientes:
* Medición, métricas y cálculos: revisar los sistemas de medición del balance de carbono en los Inventarios Nacionales e impulsar la medición real de los diferentes sistemas productivos, en particular, la ganadería y bosques.
* Transición energética: elaboración de un documento de política pública que incluya los aportes de las bioenergías en la transición energética y una evaluación integral de la misma al 2030 y al 2050 para su posterior implementación en la matriz energética nacional.
* Mitigación: considerando que es imposible lograr la carbono-neutralidad sin mitigación, se requiere elaborar la estrategia de captación de CO2 basada en la naturaleza, tal como la expansión de la forestación, su medición adecuada y financiamiento.
* Financiamiento: evaluar las opciones y oportunidades que puede nuestro país y el sistema productivo para obtener financiamiento externo tanto para mitigación como para adaptación. Trabajar en la búsqueda del financiamiento para avanzar en los procesos de adecuación que permitan la adaptación haciendo menos vulnerables a los sistemas productivos, financiamiento para el desarrollo de tecnologías y procesos para la mitigación y el monitoreo en tiempo real de las actividades.
* Adaptación: evaluación de los escenarios de impacto por región, cadena productiva y priorización de acciones para la adaptación.
* Comercio internacional: establecer un equipo de seguimiento de los requisitos que se impulsan por países, cadenas de suministro y sistema financiero que pueden afectar al país y generar una estrategia nacional y regional de negociación consensuada para actuar en los foros internacionales.
* Innovación y transferencia: alinear las políticas de investigación, innovación y transferencia de tecnología de INTA; INTI; CONICET; etc. y su financiamiento para priorizar las estratégicas relativas a medición, monitoreo y reducción de la huella de carbono, captura de carbono y lograr sistemas productivos más sostenibles certificados.
* Legislación: impulsar que el GNCC deba emitir opinión sobre los proyectos de Ley que afecten el balance de carbono y reporten sobre su coherencia con la Estrategia Nacional de CC. Se debería revisar también la legislación contraria a dichos objetivos, tal como la Ley de Biocombustibles y la modificación de la Ley de Manejo del Fuego.