A partir de la puesta en marcha del Programa Nacional de Biocombustibles por parte del gobierno nacional el pasado año, Argentina no sólo se ha posicionado como uno de los países con mayor porcentaje de corte de biodiesel en gasoil (7 %), a la par de Alemania y Francia, contribuyendo de esta manera a la seguridad energética nacional, sino que también ha alcanzado un puesto de vanguardia en cuanto a la reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
Argentina posee uno de los complejos agroindustriales más eficientes del mundo, permitiéndonos ser líderes mundiales en producción y exportación de varios productos como cítricos, aceites vegetales, harinas proteicas y ahora también, biodiesel a base de soja.
En los últimos años, el crecimiento en la actividad agrícola e industrial ha llevado a nuestro país a importar en forma creciente gasoil, para cubrir necesidades de laboreo, cosecha, transporte, entre otros. Hoy, de la mano de la tecnología y la capacidad de producción de biodiesel instalada (más de 3 millones de toneladas para fin del 2011, con más de 700 millones de dólares en inversiones), Argentina podría ante cualquier imposibilidad de importar gasoil, reemplazar ese faltante con biodiesel nacional y mantener los actuales niveles de producción sin bajar nuestra oferta productiva, ni menguar el trabajo de los argentinos.
En definitiva, el Programa Nacional de Biocombustibles puesto en marcha por este gobierno -apoyado en las necesarias inversiones realizadas-, ha posicionado a Argentina como uno de los pocos países que puede producir “Alimentos y Energía” para el mundo y “Seguridad Energética” a nivel Nacional.
* Presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles