Un año atrás el gobierno nacional determinaba poner fin a la intervención estatal en la comercialización del trigo, eliminando retenciones y cupos de exportación. Como consecuencia de ello, este año la superficie sembrada y cosechada del cereal creció significativamente así como la utilización de tecnología en los cultivos y la calidad del grano obtenido.
“Hace más de una década que el Estado comenzó a intervenir en el mercado de trigo, bien con el dictado de normativas estableciendo cierres y reaperturas de los registros de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), modificando las alícuotas de los derechos de exportación y estableciendo medidas de control y cuotificación de las exportaciones que afectaron el normal desenvolvimiento del mercado”, señalaron desde el Ministerio de Agroindustria (MinAgro) de la Nación.
De acuerdo al MinAgro, en la campaña 2014/15 se registró una caída en el volumen producido a 13,9 millones de toneladas, y en la 2015/16 a 11,3 millones de toneladas, lo que llevó a que se exportaran en la campaña 2014/15 sólo 4,5 millones de toneladas de baja calidad por la falta de inversión de los productores, lo que llevó a la pérdida de mercados tradicionales, cayendo la confiabilidad como país productor y exportador de trigo.
Por caso, Brasil, uno de los tradicionales compradores, para completar su abastecimiento recurrió al trigo estadounidense en un alto porcentaje. “Ahora, en cambio, para la campaña 2016/17 se estima, si el tiempo acompaña en el sur, una producción de 14,8 millones de toneladas y un mercado libre, sin intervención alguna del Estado, mejorando la calidad, con un crecimiento de las exportaciones, permitiendo conquistar y recuperar nuevos mercados”, señaló Jesús Silveyra, subsecretario de Mercados Agropecuarios.
Según la Dirección de Estimaciones Agrícolas del Ministerio, la superficie sembrada de trigo, para la campaña 2016/17, aumentó un 20%, pasando de 4,37 a 5,26 millones de hectáreas.
“Desde el Ministerio el compromiso hacia el sector agropecuario, además de la quita de derechos y la salida del cepo cambiario por parte del Gobierno Nacional, fue generar reglas claras para todos los que intervienen en el mercado, eliminando los ROEs y reabriendo los registros de DJVE sin limitaciones. Por eso, el mercado de trigo ha vuelto a funcionar libremente, con el consiguiente beneficio para la producción, la molinería y la exportación”, agregó Silveyra.
Los volúmenes exportados en el período diciembre 2015-noviembre 2016 duplicaron a los del ciclo anterior, se accedió a nuevos mercados y se recuperó el de Brasil. “La fluidez con que la exportación se movió en el nuevo esquema llevó a un cierre del ejercicio 2015/16 con cerca de 9 millones de toneladas exportadas y un saldo de apenas 500 mil toneladas, mientras que en el ciclo precedente había quedado con stocks de casi 5 millones de toneladas, con el consiguiente perjuicio por la falta de libertad de exportación y la caída de los precios internacionales”, detallaron desde el MinAgro.
Para la campaña 2016/17 al 30 de noviembre ya se llevan vendidas a la exportación 3,45 millones de toneladas, mientras que para la industria 538 mil toneladas, de acuerdo a cifras oficiales.
El incremento en la utilización de fertilizantes y tecnología en el campo, está permitiendo levantar una mejor cosecha, en términos de cantidad y calidad. Similar situación se verifica en el cultivo de maíz, otro de las producciones que se vieron afectadas por intervenciones en el mercado.