En los últimos 9 años, la superficie de cultivos destinados a la confección de silos se incrementó en un 300%, al mismo tiempo que creció la adopción de la inoculación del silo. En la cosecha 2015/16, el 44% de las 1.800.000 hectáreas picadas fueron inoculadas, de acuerdo a los datos de la empresa BASF.
“Esta práctica evita pérdidas y ayuda a aprovechar al máximo el futuro alimento. A la hora de ensilar es fundamental lograr un pH óptimo (3,8 – 4,2) para evitar la proliferación de hongos y la generación de micotoxinas, que son sustancias tóxicas que afectan la salud del animal”, advirtieron desde la compañía.
Esta campaña, la empresa está relanzando LactoSilo® Gold Liofilizado, con una nueva fórmula que no requiere la conservación del producto refrigerado lo cual facilita la logística a los productores y permite conseguir los niveles de pH adecuados de una forma más rápida reduciendo así las posibilidades de que aparezcan hongos y micotoxinas.
“Esta tecnología se puede aplicar sobre todo tipo de cultivos a ensilar. De esta forma, se evitan pérdidas del material y el productor genera alimento de mejor calidad, aumenta la producción de carne y leche y, en consecuencia, consigue un alto retorno de la inversión”, destacaron los técnicos de la compañía.