En nuestro país hay un gran desbalance entre la capacidad de almacenaje de granos instalada y la producción de cereales y oleaginosas. Este déficit en capacidad implica una ineficiencia en la poscosecha, lo que deriva en mayores costos, que termina pagando el productor, influyendo obviamente en la rentabilidad de la empresa agropecuaria.
A partir de este problema planteado desde hace unos años se ha adaptado un sistema que consiste en el almacenaje de granos en bolsas plásticas herméticas. El fundamento de este tipo de acopio es que el proceso respiratorio del contenido de la bolsa, es decir, granos e insectos, microorganismos y hongos, entre otros, consumen el oxígeno contenido generando dióxido de carbono, lo que produce un cambio en la atmósfera interna de la bolsa. De esta manera, la alta concentración de CO2 y el bajo nivel de O2 limitan, suprimen, inactivan o reducen la actividad o desarrollo de organismos perjudiciales para los granos, como insectos u hongos, facilitando de esta manera su conservación en el tiempo.
La gran adopción de este sistema de almacenamiento a campo se debe fundamentalmente a sus dos principales ventajas, que son el bajo costo y la baja inversión necesaria.
De esta manera también se reduce el costo de comercialización de los productos agrícolas, ya que en la medida que nos alejamos de las fechas pico de cosecha éstos disminuyen. Además de las ventajas en cuanto a ahorro que son diferentes en cada cultivo, pero de mayor impacto relativo en maíz que en soja, tiene otros atributos, como la posibilidad realizar almacenamiento en forma diferenciada por calidad, variedades, etc., sin riesgos de mezclas. Por otro lado, un cuello de botella a la hora de la cosecha lo constituyen la escasez de fletes, que hace que la disponibilidad de camiones y, por tanto, el costo del transporte sean limitantes, sin dejar de mencionar los problemas de logística generados. Así el hecho de poder guardar el grano en el mismo lote de producción se presenta como una ventaja importante en cuanto a logística.
Para que este sistema sea exitoso es de vital importancia la hermeticidad de la bolsa, ya que en caso de filtraciones de aire producen un deterioro muy importante de la mercadería perdiendo algunas de las ya mencionadas ventajas de la técnica, pues de no lograrse la suficiente disminución del contenido de O2 y aumento del CO2 no se controlará eficientemente a los agentes perjudiciales. Una vez logradas estas condiciones, si no se producen roturas, no se vuelven a generar las condiciones necesarias para el desarrollo de plagas, por lo que se asegura la conservación en el tiempo. Con respecto al tiempo necesario para llegar a la condición ideal de almacenaje, varía en función a la actividad inicial del granel, es decir, a mayor actividad de granos y otros organismos que respiran dentro de la bolsa, más rápido se llega a las condiciones ideales para la conservación, y por otro lado, cuanto menor es la temperatura luego de lograda esta condición, mejor será la calidad de conservación del producto, dada la menor actividad biológica del granel.
Joaquín Rabasa
Especial para Infocampo
Responsable de Coordinación de Regionales Aapresid
