En un breve comunicado, titulado “Argentina, un país más previsible”, CONINAGRO afirmó que “la oferta de reestructuración de la deuda, presentada por la Argentina, significa el puntapié inicial para la salida del default “.
“La posibilidad de una solución es una buena noticia, porque a pesar de la mayor competitividad de nuestras producciones, la falta de crédito y el temor de los potenciales compradores externos, afectaron seriamente la previsión de toda empresa agropecuaria”, señaló. Sin embargo, aclaró la entidad presidida por Mario Raiteri y que representa a productores agropecuarios cooperativistas, “no fuimos los únicos perjudicados”, ya que todo el país sufrió. Por ello, “sabemos que la aceptación de la propuesta nos permitirá sentirnos menos vulnerables y más fortalecidos frente al contexto internacional”, indicó el comunicado de prensa.
Daniel Díaz, conductor de Infocampo con Daniel Díaz , se comunicó telefónicamente con Fernando Gioino, presidente de CONINAGRO, para conocer más detalles de la postura tomada por la confederación y también su opinión respecto a un tema tan determinante.
Gioino consideró como realmente positivo el hecho de poder darle un cierre a tantos años de crisis, en la búsqueda de no repetir los errores que llevaron al país a un profundo endeudamiento. Así, manifestó su deseo de que “esto se pueda concretar para darnos un país más previsible donde nuestro modelo económico actual, en el cual el campo es muy importante, pueda tener, junto con la industria nacional, un desarrollo muy sustentable que sirva realmente para generar no sólo mayor producción sino más trabajo y ocupación”.
Por su parte, Díaz opinó que la Argentina “debe recuperar crecimiento básicamente a partir del cuidado del mercado interno y apoyar la posibilidad de abrir nuevos mercados para sus productos”, para lo cual entrar en canje y darle fin a la situación de default sería imprescindible.
En este sentido, Gioino expuso que existen producciones que podrían crecer, pero se encuentran limitadas desde el punto de vista financiero. Así, manifestó su deseo de que la reestructuración de la deuda argentina en default , favorezca el ingreso de inversiones de dinero que permitan desarrollar el esquema productivo argentino y obtener mercados internos acordes a este progreso.
En cuanto al impacto que podría tener este proceso de reestructuración en el agro, Gioino observó que “nosotros creemos que el agro en general ha arrancado, pero necesita que este esquema no caiga brutamente.” Por otra parte, destacó que el campo requerirá inversiones y “esa es la parte que empezará a sentir el cambio del agro que queremos consolidar”. Agregó que “también queremos consolidar el modelo económico. No queremos, por esta situación, tener problemas en los mercados externos”.
“Si nos embromamos entre nosotros, qué podemos esperar de otro”
El Licenciado Manuel Alvarado Ledesma expuso su visión sobre el impacto que podría tener, desde el punto de vista sectorial de la cadena agroindustrial, la reestructuración de la deuda. Según el licenciado, lo más importante sería recuperar la inversión o, al menos, constituirse como una “plaza más atractiva para los inversores”.
Aseguró que es realmente positivo para la Argentina el hecho de comenzar a regularizarse e insertarse nuevamente en el mundo financiero, constituyéndose como un país creíble. “Eso es favorable también para todo el complejo industrial”, expuso, “porque en tanto seamos un país impredecible y moroso, la inversión siempre se va a dirigir a lo más sencillo que son los commodities . En cambio, si el país empieza ser más previsible, regulariza su situación, pone la cara y da punto final a un capítulo negro de la historia argentina, la inversión comenzará a dirigirse a eslabones de la cadena más complejos que el de commodities puramente”.
Por otro lado, Alvarado Ledesma consideró como un dato curioso el hecho de que casi el 40% de la “deuda externa” perjudicó a tenedores argentinos. Así, destacó que, cuando se declaró el default , “fue un capítulo muy triste, a pesar de que todos nuestros legisladores y el presidente de ese momento aplaudieron victoriosamente como si hubiéramos ganado una batalla con heroicidad”. Para Alvarado Ledesma, lo que se hizo en realidad fue manchar el nombre del país y además, a costa de todos los acreedores que habían puesto plata en la Argentina. “De ellos muchos eran peones de campo, jardineros o albañiles”, informó. “A esas personas se les dijo: no les vamos a pagar y no sabemos cuando les vamos a pagar”. Así, explicó que había muchos bonos en manos de argentinos que no eran grandes especuladores sino inversores pequeños y medianos. “Lo curioso es que los representantes del pueblo aplaudían cómo embromar al pueblo”, opinó. “Eso demuestra que la Argentina es todavía muy inconsciente. Si nos embromamos entre nosotros, qué podemos esperar de otro”.