Durante la última semana, las buenas condiciones ambientales que se dieron en gran parte del área agrícola nacional, permitieron recomponer el estado del trigo implantado en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, regiones comprometidas por las inundaciones. Según indicó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), el 33 % de las 5.350.000 hectáreas incorporadas en esta campaña todavía presenta una condición de humedad excesiva, y a pesar de que hubo una mejora en los últimos días, sigue afectando el normal crecimiento y desarrollo del cereal. Sin embargo, el 45 % del área nacional presenta un estado hídrico entre óptimo y adecuado, concentrado principalmente en las regiones del centro del país, donde la condición del cultivo es muy buena y se esperan rendimientos por encima del promedio zonal.
Región por región según el PAS
Las regiones del NOA y NEA presentan una condición regular debido al déficit hídrico que se comenzó a registrar en el último mes, afectando el llenado de grano en lotes tempranos. En aquellos lotes que se implantaron sobre el final de la ventana óptima de siembra, la condición de cultivo es mejor ya que la falta de humedad afectó en menor medida al estado de espigazón. En algunas localidades de Salta se relevaron lotes tempranos que ya se encuentran próximos a madurar fisiológicamente, con expectativas de rendimiento por debajo del promedio de los últimos cinco años como consecuencia a las heladas que se registraron en etapas críticas del ciclo fenológico.
Por su parte, las regiones Núcleo Norte, Núcleo Sur y Sur de Córdoba el cultivo continúa transitando etapas de macollaje y principios de encañazón bajo una humedad que varía entre adecuada y óptima, aunque algunos ambientes bajos continúan registrando excesos hídricos y falta de piso para poder realizar aplicaciones de fungicidas y fertilizantes.
En el Centro-Este de Entre Ríos se controló roya y mancha amarilla en lotes próximos a espigar con el fin de mantener una buena sanidad durante el resto del ciclo del cultivo.
Por otra parte, en el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires las pérdidas de área por los excesos hídricos acumulados podrían promediar entre un 10 % y 30 % en lotes que transitan etapas de macollaje y encañazón, en función de la fecha de siembra. En cuanto al estado sanitario se relevó gran presencia de roya, mancha anaranjada y amarilla, aunque el estado del cultivo en ambientes altos es muy bueno. Situación similar ocurre en el Centro de Buenos Aires, región que a la fecha presenta más del 55 % de la superficie triguera con excesos hídricos y anegamientos.
En el Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa se realizaron aplicaciones de fertilizantes nitrogenados en lotes que diferencian macollos con el fin de lograr los parámetros de calidad a cosecha. La condición de humedad es óptima, aunque algunos ambientes mantienen excesos hídricos producto de las últimas precipitaciones registradas.
En el Sudeste de Buenos Aires, región que aportó el 12 % del trigo implantado a nivel nacional, el cereal continúa transitando etapas vegetativas de macollaje y encañazón. Gran parte del área implantada se encuentra bajo exceso hídrico, limitando no sólo el crecimiento y desarrollo de las plantas, sino también la posibilidad de realizar aplicaciones de fertilizantes para reponer nutrientes en el suelo.