En un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) aseguró que en la zona núcleo el 2018 “se cargó 9,6 millones de toneladas entre trigo, soja y maíz” por el clima extremo.
Según los cálculos de la entidad, entre lo que se esperaba a la siembra y lo que se terminó cosechando, las adversidades climáticas ocasionaron pérdidas de 6,1 millones de toneladas en soja (2017/18), 1,5 millones de toneladas en maíz (2017/18) y 2 millones de toneladas en el trigo de la nueva campaña 2018/19.
“Signado por extremidades climáticas, el 2018 fue un año por demás de complejo. Comenzó con la sequía más importante de los últimos 50 años y le siguió, justo en la cosecha, el ‘efecto germinador’, un temporal de lluvias y temperaturas tropicales que castigaron aún más rindes y calidad en soja”, describió el informe, y subrayó que también ese temporal “alentó la siembra de trigo”, que fue la más importante de los últimos 16 años en la región. “De todas formas, fue el peor final para la cosecha sojera. El implacable clima se cobró 6,1 M Tn de las 21 que se esperaban en soja”, señaló.
En cuanto al maíz de primera, señaló que “resistió mejor”, dado que alcanzó rindes promedios en torno a los 90 quintales, aunque no fue el caso del tardío y el de segunda. “Las pérdidas fueron mucho más acotadas, la diferencia que hizo el clima sólo ajustó 1,5 M Tn, respecto de lo que esperaba”, sostuvo.
“En junio, la siembra de trigo empezaba con excelentes condiciones. Se lo había fertilizado como nunca antes, y había grandes esperanzas de alcanzar 6,4 M Tn. Sin embargo, en pleno invierno se cortaron las lluvias hasta casi finales de octubre. Las heladas, luego el granizo y como broche, otra vez, lluvias en la cosecha, se cobraron 2 M Tn, respecto a lo esperado”, recordó la BCR.
Es que, de repente, en noviembre y diciembre llovió la tercera parte de las lluvias del año. En ese sentido, la entidad resaltó que el centro sur de Santa Fe recibió más de 300 mm en noviembre. “Los registros fueron récords en la región. Irigoyen finalizó con 453 mm y Carlos Pellegrini marcó 396 mm en el mes. Y en la última semana de diciembre, el este de Córdoba y el centro-sur de Santa Fe terminaron con precipitaciones que superaron los 100 mm: Irigoyen acumuló 114 mm, Idiazábal 108,6 mm y Monte Buey 103,4 mm (hasta las 8 a.m. del 2/1/19)”, describió.
Por otro lado, el informe hizo hincapié en las resiembras, dado que en 2018 se registró un récord: el 9,6% de la soja de la región tuvo que volver a implantarse. “Entre soja de 1° y de 2° se perdieron 525 mil ha. Siguen los caminos intransitables, las napas están a pocos centímetros en las áreas más afectadas. Los anegamientos de los bajos aún no permiten entrar a muchos de los lotes del centro sur de Santa Fe y noreste bonaerense y terminar con las siembras”, aseguró.
Aparte, la Bolsa indicó que existe “una gran presión de orugas en soja, como bolillera y medidora” y que Megascelis “sigue causando defoliación“.
“El lento crecimiento del cultivo por las bajas temperaturas de diciembre favoreció el nacimiento de nuevas malezas, y siguen los controles. Las gramíneas, Amaranthus, sorgo de Alepo y rama negra tienen fácil la colonización de los cuadros entre tantas lluvias y sojas de bajo tamaño. Pero las precipitaciones siguen manteniendo sin estrés hídrico a la región. Y pese a todo, se espera que las lluvias continúen y terminen jugando a favor y recompongan la condición de la oleaginosa“, concluyó.