La gran mortandad de plantas que dejaron los excesos hídricos registrados en el centro norte de Santa Fe, provocaron importantes pérdidas para la provincia. “En función de cada situación o explotación agropecuaria, en respuesta a un período muy húmedo que soportaron y a las posiciones topográficas de los lotes, se observó un amplio rango de afectación y de estado general de los cultivares”, señaló el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) que difunden semanalmente la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción provincial .
En maíces de primera fecha de siembra, se estimó una pérdida de 14.800 hectáreas, representando aproximadamente un 20% de la superficie sembrada.
Por su parte, el maíz tardío fue el cultivo que padeció y soportó la secuencia de eventos climáticos perjudiciales en mayor proporción, porque la ocurrencia se produjo en su período óptimo de siembra, el cual fue variado y se amplió con el transcurso de los días.
De una intención de siembra estimada en 100.000 hectáreas, se concretó una superficie de entre 86.000 y 88.000 hectáreas por las lluvias excesivas y anegamientos, con áreas y sectores que tuvieron que ser resembrados.
Durante la última semana, las buenas condiciones climáticas permitieron continuar el proceso de picado de rollos para autoconsumo, estimándose que un 28% del área sembrada tiene ese destino, cubriendo una etapa de reserva para las diferentes cuentas lecheras y ganaderas.
El rendimiento promedio estuvo entre los 10 a 12 metros/bolsa/ha, con buena calidad de producto obtenido a pesar de que los productores tenían mayores expectativas, de acuerdo al SEA. El resto será destinado a grano comercial.
En pocos lotes de maíces tardíos -los más avanzados- se inició el proceso de cosecha, con rendimientos promedios de entre 70 y 83 qq/ha.