Los tamberos necesitarán que el próximo gobierno continúe con un programa de ayudas para reducir las pérdidas de sus costos y que el sistema no tenga un desfasaje en la producción primaria a la que la industria paga sólo 2,6$ el litro de leche en tranquera, según un estudio privado.
Así lo destacaron los economistas Juan Manuel Garzón, Nicolás Torre y Francisco Bullano en un documento del IERAL de la Fundación Mediterránea donde analizaron temas de coyuntura económica de los tambos en Argentina, en particular los alcances efectivos del programa de subsidios implementado por el gobierno.
Opinaron que “para un precio de la leche cruda en niveles cercanos a los $2,60, el programa de subsidios instrumentado por el gobierno recorta en un 40% la pérdida económica que actualmente sufre un tambo de 4.830 litros día, pero no logra pasar los números a terreno positivo”.
“El costo de producir un litro de leche en un establecimiento testigo (4.830 litros día) utilizado como referencia se estima en $3,05 en octubre 2015, incluyendo costos directos, gastos de estructura, alquiler, amortizaciones, y descontando los ingresos derivados por venta de hacienda”, sostuvieron.
Añadieron que “con un precio de la leche cruda a $2,6, el establecimiento testigo no recupera el 14,7% de sus costos totales. Esta pérdida es la que a priori da justificación a la existencia de un programa de ayuda, en la medida que se quiera evitar una fuerte descapitalización o salida de actores del sistema”.
“Para el establecimiento de referencia, el subsidio le permite reducir su pérdida en un 40% (no recupera el 8,8% de sus costos en vez del 14,7% de la situación sin subsidio)”, explicaron.
Por lo que analizaron que “si en los próximos meses el precio de la leche y sus costos de producción mantienen el desfasaje que muestran actualmente, para preservar la sustentabilidad económica del primer eslabón de la cadena láctea, pasa a ser muy relevante la continuidad del programa oficial”.
También consideraron importante su ampliación “a tambos de más de 6.000 litros (los que actualmente se sienten discriminados por el gobierno) y la complementación del programa con una línea de promoción a la exportación”.
Analizaron que el eslabón primario de la cadena láctea (tambos) se enfrenta desde hace varios meses con precios en fuerte baja en términos nominales, de $3,15 por litro cobrado en junio a $2,80 en septiembre, y $2,60 en octubre, situación que se agrava si se considera el deterioro adicional que genera la inflación sobre el poder de compra de esa producción.
Por lo tanto, “entendiendo el impacto negativo de esta situación, el gobierno nacional implementó un programa de subsidios, orientado a compensar con 30 centavos por litro producido a todos aquellos productores con producciones menores a 2.900 litros/día por 3 meses (Marzo, abril, y mayo)”.
“Luego fue ampliado a tambos de hasta 6.000 litros/día (para cobrar sólo por los primeros 2.900 litros/día) por 3 meses más (Junio y julio)”, dijeron.
De acuerdo con estimaciones propias de los especialistas, unos 8.000 tambos estaban en condiciones de aplicar a la primera fase del programa, sobre un total de 11.400 establecimientos y con la ampliación, este número subió a 10.500.
En la primera fase del programa 4.785 razones sociales accedieron al beneficio, casi 60% del universo objetivo y 42% de los tambos totales, por un total de $172 millones, en promedio cada razón social recibió 12 mil pesos por mes.
Mientras que en la segunda fase del programa y sólo por el mes de junio recibieron subsidios 5.410 razones sociales, el 56% de los candidatos, por un monto de 83,9 millones de pesos, 15,5 mil pesos por firma.
A los precios de leche cruda actuales ($2,6), el subsidio representa una mejora de ingresos de 11,5% para los tambos de hasta 2.900 litros, pero el impacto se reduce a medida que crece el tamaño del tambo.