En la reciente Exposición del Centenario de Hereford, que se llevó a cabo en el predio ferial de la Sociedad Rural de Palermo, llegaron cabañas que han tenido un paso destacado por esa pista.
Es el caso de La Camila, un establecimiento ubicado en la localidad bonaerense de Olavarría, que desde 2003 comenzó a dar sus primeros pasos en la producción de bovinos Hereford.
En un alto de las juras de hembras, el propietario de la cabaña, Fernando Castillo, recordó los inicios de un emprendimiento en donde participa toda la familia, con un papel destacado de su hijo Emilio.
La familia que lleva adelante adelante la cabaña se completa con su esposa Karina y sus hijas Camila y María Jesús.
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Los primeros pasos fueron a partir de la compra de hacienda a la Cabaña La Legua, en donde adquirieron sus primeras vacas de pedigrí y recordó que, de la mano de Osvaldo de Marco, comenzaron a participar en el circuito de exposiciones en todo el país.
DOS DÉCADAS CON LA MIRA EN HEREFORD
El debut fue en un evento en San Luis, hasta llegar finalmente a Palermo en 2004, con un toro llamado Camilo.
“Fuimos creciendo y hasta el día de hoy nos faltamos ningún Palermo”, reconoció con orgullo Castillo.
El destino les deparaba una enorme alegría en 2022. De la mano de “Trueno”, obtuvieron el Gran Campen de Palermo. Hasta ese momento, el máximo galardón que habían logrado fue una Reservada Gran Campeona en 2017.
Emilio Castillo estaba junto al toro en la pista y además de la emoción, tuvo una sorpresa extra: recibió el premio en manos del ex presidente Mauricio Macri.
EL RUMBO DE LA PRODUCCIÓN
En la actualidad cuentan con un plantel de 300 vacas Puras Registradas y por año logran unas 40 preñeces de embrión, que luego se convierten en los ejemplares de más alta calidad que se destinan tanto para cabeza de remate como para participar en exposiciones.
Castillo destacó que tienen bien claro el tipo de animal que producen. “Buscamos un frame de 4 a 4,5 para que pueda aclimatarse bien a la zona de cría de la zona de Olavarría”, señaló.
En la actualidad, La Camila trabaja con genética propia, salvo en algunos casos en donde emplean semen importado y pasaron de comercializar unos diez toros por año a 120 ejemplares.
En este crecimiento, una pata clave fue desarrollar un esquema agrícola para sostener la alimentación del rodeo.
De este modo, generaron un planteo en campos alquilados en la misma zona de las cabañas, que creció de 50 a 220 hectáreas, en donde siembran maíz y avena y en breve incorporarán unas 15 hectáreas de alfalfa.
En paralelo – y con el objetivo de reducir costos- también fueron armando su propio parque de maquinarias agrícola y el único servicio que tercerizan es el picado de maíz.
En el caso de la comercialización, comenzaron vendiendo sus reproductores en San Luis, pero desde hace algunos años comenzaron a organizar su propio remate anual, que este año se llevará a cabo el próximo 27 de septiembre y presentarán unos 100 ejemplares.
El perfil de compradores es sobre todo la zona de la Cuenca del Salado, pero también llegan al remate clientes de otras provincias.
“Hereford es una raza muy federal, noble y mansa. Los compradores vienen a buscar un animal moderado, con pigmentación, buenos aplomos y bien carniceros”, reconoció el cabañero.
En estos años, uno de los aspectos que buscaron corregir en sus reproductores fue el tamaño. “En algún momento tuvimos algún toro grande, pero lo fuimos achicando. Más allá de la respuesta comercial, no me gustaba ofrecerlos”, reconoció.