“Dólar a 300 para economías regionales: buscando evitar la caída de las exportaciones”, es el título del artículo que encabeza el informe de coyuntura semanal del Instituto de Estudios (IERAL) de la Fundación Mediterránea.
En el mismo, el investigador Jorge Day analiza los detalles de la nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE) y el verdadero impacto que podría tener en las economías regionales, mientras todavía no se conoce de manera oficial cuáles serían las beneficiadas.
Y una de las preguntas que se hace es: ¿Qué sectores podrán aprovechar mejor el Programa?
Las economías regionales recibieron con optimismo el anuncio del “dólar agro”
“Claramente, los que exportan más durante el periodo de vigencia (abril / agosto). Considerando el año 2022, la mayoría de los productos considerados (en el análisis) concentra más del 40% de sus exportaciones en estos cinco meses, por lo que el timing parece apropiado”, afirma Day.
De todos modos, como todo promedio, esconde realidades muy disímiles: mientras los envíos de limón aprovecharían el “dólar agro” casi a pleno (99% de las exportaciones son en los cinco meses analizados), los de cereza no verían ni un beneficio, ya que todos los envíos se hacen a fin de año.
Esta perspectiva vinculada a los diferentes momentos que tiene cada economía regional fue planteada el viernes por CRA y las Federaciones rurales patagónicas, en relación al comercio exterior de lana.
APENAS UN PALIATIVO
En general, del análisis de Day, se desprende que “más que incrementar exportaciones de las economías regionales, el programa anunciado parece destinado a evitar que disminuyan”.
Sucede que estas producciones vienen sufriendo un fuerte atraso cambiario y no se han beneficiado de una suba de precios internacionales como sí sucedió con los granos o en algunos momentos las carnes.
Un cálculo elocuente al respecto es que la cotización del dólar oficial aumentó menos que la inflación en 2021 y primera mitad de 2022, y si se extrapola el tipo de cambio de inicios de 2021 a la actualidad, debería ubicarse en $ 265.
“En poco más de dos años ha perdido un 20 % de poder de compra”, graficó el economista.
