La producción de pasas de uva de la provincia de San Juan está atravesando por una situación difícil y algunos empresarios amenazan con retirarse del negocio si las condiciones actuales no cambian en las próximas dos temporadas.
Varios son los problemas que afectan a la región que genera 95% de la pasa de uva de todo el país y exporta 90%: el incremento de los costos de producción desde la devaluación, tanto de los insumos importados que utiliza como de la mano de obra, que representa 30% de la estructura; el aumento en los últimos tres años de 40% de los fletes nacionales y de 70% de los internacionales; los derechos de exportación que varían de 5% y la reducción a 4,05% (estaban en 8,1%) de los reintegros por exportación.
âEste colchón de 3 a 1 que tenía el sector después de la devaluación se fue licuando con estas medidas y hoy se convirtió en un 3 a 3. Los exportadores estamos manteniendo las ventas externas sin utilidadâ, indicó Roberto Gutiérrez, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de San Juan, al tiempo que agregó que solicitaron una audiencia con la ministra de Economía, Felisa Miceli, pero sin éxito hasta el momento.
Las exportaciones de pasas de uva representaron para esta provincia u$s27 millones de ingresos en el 2005, pero esta inyección de divisas posiblemente no se pueda lograr en el 2006. âEn el primer semestre de este año las ventas cayeron 30% respecto de igual período del año pasado por la presión de Chile, que compra el producto a granel y lo vende procesado en mercados donde ingresa sin arancel (tiene acuerdos comerciales desde Perú hasta Alaska) y compite con la Argentina, que debe pagar derechos que fluctúan de 5 a 12%â, agregó un empresario de este sector.
Desde hace dos años un grupo de empresas chilenas compra alrededor de 5 millones de kilos anuales de uva a granel, que luego industrializa y vende en destinos como los EE.UU., Brasil, Inglaterra, Rusia, Polonia, Letonia y Colombia. Por este tema, la cámara elevó la semana pasada un reclamo a la Cancillería, porque según explicó Gutiérrez, la legislación de la Organización Mundial del Comercio establece que para llevar la denominación de origen el producto debe tener al menos 50% de materias primas e insumos del país de procedencia. âDesde acá no sabemos si las empresas chilenas que realizan estas operaciones comerciales cumplen con este requisito. Por eso, presentamos el tema a la Cancilleríaâ, indicó Gutiérrez.
El precio internacional de la caja de 10 kilos de pasas de uva está entre 10 y 11 dólares. En San Juan se siembran 1.500 hectáreas con rendimientos que promedian 8.000 y 10.000 kg/hectárea. El volumen obtenido de 150 millones de kilos de uva genera una oferta general de 30 millones de kilos de pasas. Se emplea a 4.000 trabajadores en forma directa.
âTraer y llevar un contenedor al puerto de Buenos Aires cuesta u$s1.400 mientras; en Chile este proceso cuesta u$s200; además están mucho más cerca de Asia. Es muy difícil mantener la competitividadâ, comentó una fuente del sector.
âNo queremos que nuestra variable de ajuste sea el productor pasero y el trabajador âagregó Gutiérrezâ. La solución a este problema está en manos del Ministerio de Economía.â
Alexia Giménez
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