Este 11 de octubre se celebra el Día del Dulce de Leche, un alimento reconocido como “Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina”.
Aunque es un producto asociado casi con exclusividad a nuestro país, la celebración es de alcance internacional.
Se instituyó en 1998 y rinde tributo al sabor autóctono, que ya forma parte de la idiosincracia nacional y cosecha fanáticos alrededor del mundo.
DÍA DEL DULCE DE LECHE: LOS DIFERENTES TIPOS
- Familiar: tiene consistencia liviana y suave. Ideal para untar y comerlo a cucharadas.
- Repostero: es un dulce de leche con una consistencia más densa y se utiliza en relleno de pastelería o preparación de postres.
- Confitero: aplicable en donde se requiera un producto con más cuerpo. Ideal para relleno de alfajores, conitos y masas finas.
¿CÓMO SE HACE EL DULCE DE LECHE?
Para poder elaborar dulce de leche, el primer paso es agregarle a la leche bicarbonato de sodio y azúcar.
La función del bicarbonato es neutralizar la acidez natural de la leche, evitando que el dulce se “corte” durante su cocción, y facilitar la caramelización de los azúcares, que otorgan el sabor y color característico.
La mezcla se cocina en pailas durante tres horas aproximadamente. Los componentes de la mezcla se van concentrando y caramelizando. Antes de finalizar la cocción, se incorpora la glucosa, que tiene como objetivo principal aportar brillo.
En el caso de dulce repostero o confitero, también se incorporan los aditivos encargados de darle la consistencia necesaria.
La cocción finaliza cuando el contenido de sólidos de la mezcla alcanza el 68%. El dulce se enfría hasta alcanzar los 70ºC y se envasa en sus distintas presentaciones.