El 7 de julio se celebró el Día Nacional de la Conservación del Suelo y desde Sobre la tierra, el medio de divulgación científica de la Facultad de Agronomía-UBA le dedicaron un capítulo especial a la importancia sobre el conocimiento que se tiene y debe adquirirse en el manejo de este imprescindible recurso.
Desde Sobre la Tierra dialogaron con Diego Cosentino, miembro de la cátedra de Edafología , Celio Chagas y Oscar Santanatoglia, docentes de la cátedra de Manejo y Conservación de Suelos de la FAUBA. Los profesores advirtieron sobre la necesidad de profundizar en la educación para conservar este recurso fundamental y presentaron el abanico de tareas que, desde la Facultad, llevan a cabo en docencia, extensión a la comunidad y a campo con productores.
“El recurso suelo es tan importante como el aire o el agua. El tema es que éstos son más visibles porque los necesitamos directamente, mientras que el suelo es menos tangible” explicó Cosentino al tiempo que afirmó que “cada vez hay menos suelos disponibles; las ciudades crecen y el cemento, al tapizarlos, los invisibiliza“.
“Los recursos naturales, incluyendo los suelos, son frágiles y por eso es esencial educar a la sociedad para preservarlos. En todos los niveles, desde el primario hasta el universitario” manifesto Oscar Santanatoglia, profesor Emérito de la UBA.
En conjunto con el municipio bonaerense de Daireaux, desde hace 17 años la FAUBA está llevando a cabo un “Plan de Manejo de Suelos”. El trabajo es único a nivel nacional y, pasó por numerosas gestiones y administraciones a lo largo de toda su historia. “Hoy ya hay más de 200 productores y 67.000 hectáreas manejadas dentro del plan, y podemos decir que con el simple hecho de rotar los cultivos estamos manteniendo y hasta aumentando el nivel de materia orgánica de los suelos de la región”, sostuvo Santanatoglia.
“Es muy importante conservar el suelo como factor ecosistémico” sostuvo Celio Chagas, profesor a cargo de la Cátedra de Manejo y Conservación de Suelos. Además, Chagas indicó que “Es un recurso natural finito y no renovable que presta servicios ambientales que ayudan al bienestar del planeta y de la sociedad. Por eso, es básico fortalecer este punto desde la educación”.
Los suelos son responsables del ciclado de nutrientes y sustrato para que crezcan las plantas, funcionan como filtro y buffer de sustancias tóxicas y, además, modulan la dinámica del agua y los solutos. Por ello, Chagas sostiene que “el mejor negocio es conservar y educar”.
“En nuestra cátedra enseñamos a planificar el uso de la tierra a los alumnos de las carreras de Agronomía y de Ciencias Ambientales. En ambos casos, el eje es el manejo y la conservación de los recursos naturales, con énfasis especial en el suelo. El mensaje común es que conservar y mejorar el suelo permiten producir más y mejores bienes como también aseguran la provisión de los servicios ecosistémicos ”, aseguró Chagas, quien además es director de la Maestría en Ciencias del Suelo en la Escuela para Graduados de la FAUBA.
Entre las actividades de extensión a la comunidad, Cosentino explicó el proyecto de realizar “monolitos” para mostrar los suelos de la Argentina. “Desarrollamos la técnica para extraer columnas intactas de suelo, como si usáramos grandes sacabocados. Esas columnas mantienen la estructura natural del suelo, que queda preservada con métodos especiales para que la comunidad, en general, y los alumnos en particular, puedan verla, tocarla, sentirla y entender sus propiedades”, explicó Cosentino. “Ya acordamos con las autoridades del Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia —CABA—, exponerlos varios meses para que desde chicos nos sensibilicemos con el recurso suelo. De hecho, es muy probable que pocos se hayan metido en un pozo para contemplar detenidamente un suelo” adelantó el docente de edafología.