Una evaluación del equipo de coordinación técnica de la Chacra Justiniano Posse de Aapresid, consideró que la incorporación de más cultivos por campaña en las rotaciones, así como también diversos niveles de intensificación, permite equilibrar el consumo de agua con la oferta de precipitaciones en zonas con excedentes hídricos, La experiencia, se viene evaluando desde hace 2 años en sitios específicos donde el manejo agronómico se dificulta por el desborde de las napas.
Cuando el suelo está permanentemente cubierto con cultivos activos se atenúan muchos los movimientos del manto freático. “El ascenso de la napa es menor y los cultivos (trigo, gramíneas de verano) ayudan a amortiguar las variaciones de las napas frente a eventos de precipitaciones” explica el Ing. Agr. Alejo Ruíz, gerente técnico de desarrollo de la Chacra Justiniano Posse.
El trabajo en la zona está relacionado con revertir y mejorar la situación productiva generada por los excedentes hídricos. Consumir más y con mayor eficiencia el agua para, achicar la brecha productiva de los principales cultivos. “El objetivo es aumentar los rendimientos actuales, ya que el grueso de los productores considera que es posible aumentar los resultados”, remarca Ruíz.
A nivel de Sistema de producción el grupo esta implementado una serie de rotaciones que incluyen una mayor cantidad de cultivos por año que les permite producir más y cuidar el ambiente. “La intensificación con trigo, cultivos de cobertura, leguminosas de invierno y demás nos ha permitido diferenciar un menor ascenso de la napa cuando se producen precipitaciones debido a la presencia de cultivos. El ejemplo más claro, se da cuando en la zona se hacen 2 cultivos por año. Ahí, se pasa a consumir 850 milímetros por año, contra 450 ó 500 milímetros cuando se siembra una vez al año”, subraya Ruíz.
A su vez los productores de Justiniano Posse están trabajando en ajustar tecnologías específicas para cada cultivo en ambientes donde el agua no es limitante. Especificamente sobre el ajuste de densidades de siembra en maíz y niveles de fertilización “Queremos demostrar que aumentando el números de plantas y acompañándolo con un buena nutrición es posible aumentar los rindes en este tipo de ambientes donde el agua no es una limitante”, reconoce Ruíz.
Según la Chacra Justiniano Posse de Aapresid, hay un notable cambio de resultados cuando se sube la densidad, pasando de 75 mil a 90 mil plantas por hectárea (15 %). En estos casos, los rendimientos muestran crecimientos en un rango cercano a los 20 quintales.
“El secreto está en la buena fertilización”, dice Ruíz, agregando que es un punto central en toda la región. “Si el productor está aplicando 100 kilos de fertilizantes (nitrógeno) por hectárea, debe comenzar a estimar que lo necesario sería partir de 150 kilos y pensar en ajustar ese número hacia adelante”.
Todos estos temas desarrollados serán el eje central de la última Jornada Aapresid a realizarse en esa localidad el 30 de noviembre. Para poder inscribirse hay que hacer click AQUÍ.