El encargado de Recursos Humanos de la firma, Claudio Rivero, indicó a una radio bonaerense que la planta fabril “sigue en funcionamiento, y todos los empleados están cobrando normalmente”, pero destacó que por la falta de gas, están teniendo que comprar “un combustible alternativo que cuesta cinco veces más caro”.
Sin embargo, explicó que la falta del servicio de la proveedora de gas local, Camuzzi Gas Pampeana, obligó a la empresa “a reducir los niveles de producción y utilizar parte del stock de reserva para cumplir” con importantes envíos a distintas partes del mundo.
De esta manera, la producción “se vio disminuida en una cifra que oscila entre las 370 y las 400 toneladas” de papa congelada precocida diaria. El impacto de estas pérdidas, sin embargo, no fue dado a conocer por el ejecutivo de la empresa.