El Ministerio de Asuntos Rurales, Alimentación y Medio Ambiente británico confirmó que un loro importado de la República de Surinam, en América del Sur, estaría afectado por la cepa H5, de mayor patogenicidad que la cepa H9, confirmada en Colombia, consignaron agencias internacionales.
El animal, que murió mientras estaba en cuarentena, habría dado positivo en los análisis de influenza aviar, por lo que también se sacrificaron otras aves que convivieron con él. El loro habría sido importado a mediados de septiembre, explicó el veterinario del DEFRA, Debbie Reynolds, quien aclaró que la “confirmación de este caso no cambia la situación de Reino Unido, porque la enfermedad ha sido identificada en un animal importado cuando estaba aislado en una cuarentena”.
En la Argentina, en tanto, el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) ratificó que “no existe gripe aviar en la Argentina”, en un intento por “llevar tranquilidad a la población”.
En un comunicado, la entidad recordó que “no hay ningún tipo de actividad viral, ni en aves ni en personas”, misma aseveración que desde hace días realiza el Senasa.
En otro intento por llevar la calma a la población, Horacio Terzolo, técnico del INTA Balcarce, aseguró que la enfermedad no está ligada al consumo de carne aviar.
El especialista remarcó que “desde el punto de vista del contagio, es muy parecido al de la gripe humana, particularmente por vía respiratoria”.
Terzolo advirtió que se debe tener en cuenta que “las aves enfermas eliminan excremento infectado y quienes trabajen en los galpones se pueden infectar aspirando la materia fecal desecada que se pulveriza”, por lo que se debe extremar la limpieza.
Finalmente, recomendó empezar a “stockear” máscaras protectoras para los trabajadores avícolas y para los médicos, ante la posibilidad de una pandemia.