“Abría la ventana de mi cuarto y estaba la huerta, escuchaba a mi papá trabajando con la pala, así nos criamos”, relata Juana “Juanita” Guimarey, una ingeniera agrónoma que en 2015 fundó “La Juanita Huertas”, su plataforma de despegue para motivar a todos los que se animen a tener una huerta en casa, producir alimentos propios y hacer compost.
Todo de manera sencilla y divertida. Un camino en el cual no se escatima el trabajo pero tampoco las satisfacciones de trabajar la tierra y obtener algo a cambio.
En esta nueva entrega de la serie de podcast ELLAS, Juanita profundiza en cómo, poco a poco, se fue formando como emprendedora, organizándose para que todo funcione. Hoy, tiene más de 200.000 seguidores en Instagram y disfruta de compartir lo que hace.
E invita: “Yo recomiendo que empiecen, que hagan lo que puedan, no hay una receta pero sí se puede seguir un camino, haciendo se aprende”.
– ¿Cuál es tu historia, tu infancia, dónde creciste, con quiénes, cómo está conformada la familia?
– Soy nacida y criada en Buenos Aires, en zona norte. Siempre tuve la suerte de vivir en una casa con jardín. En mi tercer casa, que fue donde viví hasta que me mudé con mi marido hoy en día, cuando tenía 5 años, mi cuarto daba a la huerta. Abría la ventana y tenía todo ahí y muchas veces estaba mi papá trabajándola. Cuando era chica me encantaba salir, ayudarlo a sembrar, cosechar… ya después en la adolescencia, tuve un tiempo de no querer saber nada y me acuerdo de llegar tarde en la madrugada y que esté él trabajando con la pala y pensar “que pare, ¡qué ruido que hace!” (se ríe). Y cuando terminé el colegio y empecé a estudiar agronomía me volví a encontrar con las ganas de meter las manos en la tierra.
– ¿Pero tus padres no venían del palo rural?
– No, nada que ver. Ninguno de los dos. El que sí es mi abuelo, que no es agrónomo. Era médico pero siempre tuvo una conexión con el campo. Mi papá también. Por más que no haya estudiado agronomía, pero fue a un colegio agropecuario en Córdoba y siempre le encantó el campo. Pero después terminó trabajando en algo que nada que ver. No obstante, siempre tuvo alguna conexión con la tierra.
– ¿Y por qué agronomía?
– En mi colegio tuvimos la suerte el último año de ir a diferentes universidades y facultades a ver de qué se trataba lo que iba a venir. Yo estaba entre veterinaria, agronomía y medicina. Medicina lo dí de baja rápido. Me gustaba más el contacto con los animales y la naturaleza. Y después me decidí por agronomía porque cuando estaba investigando me junté con una médica veterinaria que me dijo que era un rubro muy machista. Por eso decidí por agronomía.
– ¿Pero ya te imaginabas en la huerta o apuntabas a cultivos extensivos u otra cosa?
– La verdad que no lo pensé demasiado y cuando vi el plan de estudios no sabía de qué iba a trabajar. Pero cuando empecé a hacer materias me encantó todo. A mí me gustaba el contacto con la naturaleza y el trabajo con la tierra y las manos, nunca me ví trabajando en microcentro o en capital.
– ¿Cómo surgió tu emprendimiento personal?
– La verdad es que tampoco lo pensé tanto. A una tía mía le habían diagnosticado cáncer y le recomendaron consumir alimentos más sanos, verduras de estación, si podían ser orgánicas mejor, y yo, que estaba en agronomía y estaba con la huerta en mi casa, la ayudé a armar una huerta en su casa. Hoy en día mi tía está súper bien. Así arranqué. Después me llamó una amiga de mi tía y fue el boca en boca de amigos, conocidos, familiares, y así arrancó. La hija de mi tía, Denise, me ayudó a armar un logo y una página en Facebook (en ese momento no se usaba tanto Instagram). Pero no pensaba en ese momento qué iba a hacer o a dónde me gustaría llegar. A mí me gustaba ese hobbie de compartir lo que vivimos en mi casa. De que sea algo familiar, que todos participen. Traté de compartir lo afortunados que habíamos sido. Todos podemos tener huerta en casa, no sólo por el alimento que estás produciendo, sino también por el contacto con la tierra que es tan hermoso.
– Tener una huerta propia y consumir los alimentos que plantaste, regaste y viste crecer da una satisfación extra. ¿De qué manera te parece que es la mejor manera para llegar a más personas que se interesen por esto?
– Creo que a la gente les gusta compartir la experiencia, saber que todo es prueba y error, y que para mí como todo en la naturaleza, no es una ciencia exacta, entonces, por más que yo te de una receta y vos sigas todo al pie de la letra, puede fallar porque hay un montón de factores distintos. Por eso es importante en ser honestos cómo lo compartís y que cada uno puede hacerlo de la manera que le sea más sencillo. Cada uno hace el tamaño de huerta que puede, por espacio y por tiempo al que le dedica. Tener una maceta con menta alcanza, cosecharla, y hacerte un te, ya es un montón, es un momento de amor personal.
– ¿Qué cosas fuiste aprendiendo en tu camino emprendedor?
– Uff… muchas cosas. Porque yo siempre cuento que una de las primeras veces que hice una huerta pasé el presupuesto de una forma y después fue de otra y tuve que poner yo la diferencia de plata, porque lo hice mal. Al principio la parte económica no me importaba, yo hacía… también tuve que aprende a delegar. Al principio me costaba mucho y hoy me di cuenta que es súper necesario tener un buen equipo de trabajo, poder confiar en todos y darse cuenta que uno solo no puede. También aprendí, de mi mamá, que también es emprendedora, que ella siempre nos decía “todo lo que hagan háganlo con amor y todo lo que uno tiene para dar”. No quedarse con nada de energía. Dar todo si realmente algo te apasiona. Y hacerlo con amor también se nota después.
– Comer algo producido por uno mismo está buenísimo…
– Si, totalmente. Y algo que yo agrego es que traten de que la huerta esté linda, porque cuando está prolija tiene flores, olores, lo sembramos prolijo, eso da ganas de salir, trabajarla, cosechar… porque cuando está fea no te dan ganas de salir. Que sea un espacio de desconexión, ponerle un banco para sentarte, ponerle flores, que aparezcan los picaflores, las mariposas, aromáticas para que haya un lindo olor, que sea un paseo. Hoy en día cada vez se usa más eso.
– ¿Qué cosas se pueden sembrar directo?
– Los más fáciles son rúcula, que solía ser un yuyo, una maleza, es súper fácil en siembra directa y rápido. Igual que rabanitos. Lechuga, acelga, esos son los más fáciles y rápidos. Remolacha también es fácil pero tarda un poco más de siembra a cosecha. Los más fáciles son las hojas verdes. El rabanito está bueno para experimentar la huerta con niños porque a los 30 días estás cosechando ya. Y está bueno que ellos puedan verlo.
– ¿Qué producir y cuándo? Épocas…
– La huerta tiene dos grandes temporadas. Primavera-verano por un lado, y otoño-invierno, por otro. Para mí, para tener un buen manejo es súper importante para que crezca más fácil y también para que nosotros consumamos lo que es de estación que es lo que nos da la madre tierra. Ahora que arrancó el otoño recomiendo sembrar acelga, rabanitos, rúcula, espinaca, lechuga, puerro, cebolla de verdeo, brócoli, coliflor, repollo, habas, arvejas, repollitos de bruselas, cale, perejil, apio, cilantro, ajo. Eso pensando en inviernos no tan crudos. Si estás en Patagonia esto va a invernadero.
– ¿Y en primavera-verano?
– Todo lo que sea de fruto. Tomate, morrón, berenjena, zapallito redondo, zuquini, zapallo, pepino, melón, sandía, maíz, chauchas. Y después, hay cultivos de hojas verdes que pueden estar en la huerta todo el año. Hay algunas variedades que soportan más el calor que otras.
LA HORA DEL COMPOSTAJE
– Hablemos de compost. ¿Cuáles son las claves para armar un compost, qué poner y qué no poner?
– Lo más importante para mí es que todos podemos compostar y una segunda cosa importante para incentivarlos es que compostando reducimos el 50% de nuestra basura. Eso lo tenemos que saber porque te da ganas. Lo primero es que hay que tener es una compostera. Hay muchísimas y bien diferentes. Si tenés un jardín grande podés tener una formando una pila tirando todo ahí. Pero también a mí me gusta que podamos tener una que armemos con palets o tachos de pintura. También hoy hay composteras que podamos comprar. Pero tiene que ser algo práctico. Las composteras tienen que tener tapa por si llueve mucho o si está muy expuesta al sol para controlar el exceso o falta de humedad. Tiene que tener agujeritos para que entre aire y tenemos que removerla. Porque todo esto es fundamental para que los microorganismos que están trabajando ahí puedan descomponer, porque si les falta aire se mueren.
– ¿Y las lombrices? ¿Son importantes?
– Lo primero que tienen que saber es que se puede hacer compost sin lombrices. Ayudan obteniendo un humus de lombriz que es muy benéfico para la huerta, pero también se puede hacer sin ellas, tarda un poco más pero se puede y es bueno igual.
– ¿Qué no recomendás tirar?
– Nada de vidrio, ningún producto químico ni de limpieza, metales no. Después al borde están las cosas de origen animal: ya sea carne, huesos, heces de animales, principalmente los de mascotas. Verduras cocidas tampoco porque esto se descompone pero puede atraer roedores y el tiempo de descomposición es otro que el de las frutas y verduras.
– ¿Y qué sí recomendás tirar?
– Todo lo de origen vegetal, frutas y verduras, la cáscara. La de huevo, es lo único que yo pongo en el compost, sea crudo o cocido.
– ¿Qué pasa con la cebolla o la cáscara de cítricos?
– Yo los pongo. Pero, pero… si de repente en tu casa tienen un consumo muy alto de naranjas y tenés una pila de cáscaras de naranjas todos los días a la mañana entonces ahí es un montón de naranjas, hay que buscar un equilibrio.
FUERA DEL SURCO
– ¿Qué te gusta escuchar de música?
– Escucho de todo. Y realmente de todo. Si vas a mi lista y ves los últimos vas a encontrar una variedad tremenda. Si tengo que recomendar algo nuevo que estoy escuchando te digo Adrián Berra y uno de Miley Cyrus. Para que veas las dos puntas. También a mí me gusta bailar, no bailo bien pero me gusta. Con mi hermana y mis primas bailamos para divertirnos. Y somos de poner Tiny o María Becerra. También me encanta el rock argentino: Charly, Fito, Calamaro…
– ¿Alguna actividad en la que encuentres inspiración o que permita resetearte?
– Me gusta mucho hacer deporte. En casa, de chicos, mi papá, como les conté, siempre nos conectaba con la naturaleza, y mamá siempre fue del deporte. Llegábamos a casa y no podíamos quedarnos sentada. Tenis, hockey, fútbol, rugby no porque las mujeres no jugaban en ese momento. Es algo que siempre agradezco porque me encanta. Hoy juego el fútbol con amigas, también me gusta mucho hacer una vez por semana yoga e intento ir un par de veces por semana a hacer entre crossfit y cardio. Cuando voy de vacaciones a lugares que se puede hago trecking, bici, montaña.
– ¿Pelis? ¿Series?
– Me gusta la comedia. Hay series hay varias que las vi muchas veces y que las podría seguir viendo. Como Friends, How I meet your mother y Modern family. Para mí lo que es comedia y comedia romántica me gusta. También algo de acción. Nada de miedo, poco de suspenso.
– ¿Alguna mujer que haya sido o sea inspiración o que admires?
– Creo que tengo muchas mujeres que admiro. Una que tuve la suerte de conocerla y es una tremenda fuente de inspiración que es Jane Goodall (N de la R: etóloga, mensajera de la Paz de la ONU), que es una inglesa que tiene una fundación, estuvo viviendo mucho en la selva con los monos, que le gustó siempre la naturaleza. Vino a dar una charla a mi colegio y me impactó. “Cuando sea grande quiero ser como ella”, pensé. Y dentro de mi familia, mi mamá y mi hermana son fuente de inspiración, siempre yendo para adelante, las dos emprendedoras, me encanta. Y dentro de la jardinería Clara Billoch que es una paisajista, también me gusta su forma de compartir lo que sabe, el querer lo que al otro le vaya bien.
– ¿Algún lugar, país, ciudad que te gustaría conocer?
– Australia y Nueva Zelanda, muero por ir.
– ¿Y alguno que conozcas y quieras recomendar?
– Cholila, en Chubut, donde veraneo todos los años que puedo. Lo amo y es mi lugar en el mundo. Y este verano fui a El Chaltén, en Santa Cruz, un pueblo mágico en el sur de nuestra quería Argentina, lo amo, siempre con ganas de sacarlo adelante. Tenemos un país muy lindo.
– ¿Algún mensaje para dejar como cierre de esta charla?
– Creo que nuestros tiempos hoy no son los mismos tiempos que los de la naturaleza es algo que siempre digo. Nosotros queremos todo a un click, rápido, y el hecho de volver a ser seres naturales, y respetar los tiempos de la naturaleza es muy necesario, volver a ser pacientes.
MUJERES EN CAMPAÑA
“ELLAS” es una serie de podcasts realizados por Infocampo con mujeres de campo que inspiran por su historia emprendedora, y que cuenta con el acompañamiento de “Mujeres en Campaña”, una iniciativa de New Holland Agriculture que ya tiene un camino recorrido y embajadoras de distintos lugares del país.
La Iniciativa Mujeres en Campaña (MEC) surgió cuando comenzamos a notar que existen muchas mujeres involucradas en el campo con grandes capacidades y que todas teníamos algo en común: la necesidad de compartir experiencias vinculadas al campo y al trabajo rural, nuestro principal objetivo es visibilizar el rol de la mujer rural en cualquiera de sus tareas sea como cliente o como una referente para el sector”, señaló Roxana López, referente de Marketing New Holland Argentina.
Desde “Mujeres en Campaña” desarrollaron el concepto de “embajadoras” que permite conocer un poco más de cada una en su rubro y, a su vez, difundir cómo trabajan y cómo se sienten.
El objetivo de este maridaje entre ELLAS y Mujeres en Campaña es llegar a mujeres de distintas edades y distintas zonas geográficas. “Nos enorgullece cuando un padre nos comenta que le recomendó a su hija inscribirse en nuestra plataforma para capacitarse y realizar algún curso de los que ofrecemos”, agregó López.
Desde la plataforma de MEC, se puede acceder a capacitaciones, foros, talleres, entrevistas y contenido de interés, además, cuenta con una Feria de Emprendedoras para dar a conocer los proyectos que lideran las seguidoras.