Así lo expresó una solicitada publicada hoy en los principales diarios porteños por la Cámara de la Industria Curtidora Argentina.
En el escrito, se advierte que la puesta en marcha de medidas que permitan la eliminación de derechos de exportación de cueros sin procesar atentaría contra la continuidad laboral de miles de trabajadores de las curtiembres.
“Quieren que cerremos fábricas en Argentina para tratar de bajar cuatro centavos el precio de la carne”, consigna la Cámara.
Desde este sector industrial se advierte que con la pretensión de eliminar derechos para exportar cueros sin procesar “se crearán puestos de trabajo en otros países”.
“La incidencia del cuero en el precio de la carne es insignificativa”, insistieron empresarios y sindicatos ligados a las curtiembres.
La nota publicada por el sector de manufactura del cuero aseguró, además, que “ahora se propone que, para averiguar si esto es así, se destruya una industria modelo”.
Esta posición es avalada por la Federación de Trabajadores de la Industria del Cuero, el Sindicato de Obreros Curtidores Capital y Gran Buenos Aires, de Empleados y Capataces, la Unión de Trabajadores del Calzado, Obreros Marroquineros, y el Sindicato de Trabajadores Valijeros, Talabarteros y Afines.
Entre las cámaras empresarias que adhieren a esta queja figuran la Industria del Calzado, de Manufacturas del Cuero, de Industriales Proveedores, y la Cámara de la Industrias del Calzado de Santa Fe y Córdoba.
En la solicitada, se advirtió que “ciertos frigoríficos alegan que si ellos volvieran a exportar los cueros sin valor agregado, podría bajar el precio de la carne” y desde el sector se sostiene que esto “es una falacia”.
La industria del cuero mueve un volumen anual de negocios de 3.600 millones de pesos y cuenta con 60 mil empleos directos.
Días atrás, Raúl Zylbersztein, de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines, expresó que de avalar el pedido de eliminar derechos para la exportación de cueros sin procesar “se perderán miles de puestos de trabajo”.
“La eliminación de los derechos de exportación premiaría la comercialización de productos sin valor agregado, castigando a las economías regionales, el empleo y la exportación, derivaría en la pérdida de miles de empleos en el sector y en la reducción de exportaciones por 1.000 millones de dólares anuales”, indicó oportunamente Zylbersztein.
