El dueño de la fábrica de quesos Chateaubriand, de la localidad de Carmen, Santa Fe, decidió despedir ayer a 17 trabajadores de la planta, a pesar de un acuerdo que mantenía con el Ministerio de Trabajo de la provincia para no echar a ningún operario en los últimos sesenta días.
La empresa arrastra problemas desde el año pasado, cuando cerró sus puertas y pagó algunas de las indemnizaciones gracias a la intervención del gobierno. Ahora, le correspondía abonar los sueldos de enero y cancelar la deuda restante, por lo que la medida tomó por sorpresa a los empleados, que se encuentran acampando en el establecimiento. “Es extraño todo porque habíamos acordado otra cosa. Además estábamos esperando una propuesta concreta para reabrirla con otro dueño. Es muy triste lo que está pasando pero no vamos a bajar los brazos”, expresó a diarios locales el referente gremial, Martín Fernández.