A medida que avanza el año se confirma la finalización de la fase de recomposición de existencias que se puso en marcha en la primavera de 2009. Por noveno mes consecutivo, la participación de las hembras en la faena total se ubicó próxima al valor crítico de 43%.
Si bien aún no puede afirmarse que el ciclo ganadero haya ingresado nuevamente en una fase de liquidación de existencias, es conveniente reiterar que la caída del precio del kg vivo de ternero de la presente campaña y la falta de interés de los productores en la compra de vaquillonas entoradas o para entorar, permiten pensar que en los próximos meses se mantendrá la tendencia ascendente de la participación de las hembras en la faena total y, por lo tanto, que estamos a las puertas de una nueva etapa de liquidación de existencias. En julio volvió a repetirse la expansión de la faena de hembras a un ritmo superior al de la de machos, lo que hizo que la faena total experimentara un aumento de 17,3% anual.
En enero-julio de 2013 el mercado interno llegó a absorber 93,2% de la producción total de carne vacuna, guarismo que quedó apenas 0,7 puntos porcentuales por debajo del techo alcanzado en igual lapso de 2001.
Claramente lo que varió fue el factor explicativo. En 2001 fue el cierre masivo de mercados externos, producto de un brote muy amplio de fiebre aftosa en nuestro país, el motivo que hizo caer las exportaciones de carne vacuna. En cambio, en 2013 fueron las políticas macroeconómicas y sectoriales implementadas por el gobierno argentino las que dejaron a los cortes vacunos afuera de los mercados internacionales.
La expansión del consumo total se reflejó lógicamente en el avance del consumo de carne vacuna por habitante. El promedio móvil de 12 meses llegó a 61,8 kg/año en el séptimo mes del año y resultó 7,7% mayor al registrado en julio de 2012. No obstante ello, con respecto al ‘máximo’ relativo verificado en 2009 resultó 11,2% inferior.
En junio según el SENASA se exportaron 9.969 toneladas peso producto (tn pp) de carne vacuna, volumen que resultó un tercio superior al de junio del año pasado. Medidas términos equivalentes res con hueso, las exportaciones totalizaron 14.812,3 toneladas y se ubicaron 26,7% por encima de las de un año atrás. Mejora que se explica por la caída de los precios nominales de la hacienda en pie y por el mayor aumento en el ritmo de devaluación del dólar oficial, lo que mejora muy parcialmente el tipo de cambio efectivo de exportaciones cárnicas.
Los embarques de carne congelada y fresca extra Hilton ascendieron a 7.700 tn pp en junio y con ello completaron un total de 48.608 tn pp en el primer semestre del año, los que se distribuyeron en un total de 50 mercados. En el primer caso, el crecimiento fue de 45,6%, producto de los bajísimos niveles registrados en junio de 2012. En el segundo caso el avance fue de 9,7% anual. Su participación en el total pasó de 39,9% a 41,0% entre los períodos analizados.
Presentamos debajo del presente texto un gráfico de cumplimiento de la cuota Hilton. En el mismo se ve con claridad que mientras la ONCCA fue presidida por el Dr. Marcelo Rossi el cumplimiento fue prácticamente total. Es decir, hasta 2007 los embarques se desarrollaron con normalidad. A partir de que el Secretario de Comercio comenzó a tener injerencia en su distribución, comenzaron los atrasos en su distribución y su incumplimiento se hizo una costumbre. A la ineficiencia administrativa de esta gestión hay que sumarle el atraso cambiario y las retenciones. La falta de un tipo de cambio efectivo competitivo obliga a la industria exportadora a vender sólo bife, cuadril y lomo. Estos tres cortes solo representan 11% de una media res tipo de exportación. El precio que recibe un productor de novillo pesado no estimula la producción de este tipo de ganado, por lo que no hay oferta suficiente para vender sólo tres cortes de la cuota. Para el presente año no se esperan mejores exportaciones que el año pasado.
Por Miguel Schiariti