Funcionarios nacionales y provinciales del NEA y el NOA expusieron ante los legisladores de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Senadores de la Nación sobre la grave situación que atraviesan las economías regionales y presentaron el trabajo que se viene desarrollando en el marco de la “Mesa Nacional de Frutos Tropicales” para el fortalecimiento institucional de pequeños productores de zonas postergadas.
En el marco de la comisión presidida por la senadora formoseña Graciela De La Rosa (FPV-PJ), el subsecretario de Economías Regionales del Ministerio de Agricultura de la Nación, Luciano Di Tella, brindó un panorama sobre la situación de las economías regionales y trazó un estado de situación de la producción de frutas tropicales como la banana, palta, mango, mamón, papaya, maracuyá y ananá.
En este sentido, el funcionario consideró que “para ayudar a las economías regionales se necesitan políticas públicas eficaces que apunten a revertir una situación histórica de desequilibrio social y económico que, por el peso relativo de los sectores dominantes tanto en las provincias como en la Nación, han logrado incidir en el destino de los recursos públicos”.
Es en esta línea de pensamiento que, la dependencia comandada por Di Tella creó la Mesa Nacional de Frutas Tropicales, un espacio que agrupa a productores, empacadores, comerciantes y a todos los actores de la cadena de valor de esa frutas, del sector público y privado, de las provincia de Salta, Jujuy, Tucumán, y Santiago del Estero (NOA), y Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones (NEA), todas con climas subtropicales en mayor o menor medida.
“Es una certeza científica que la región subtropical del país está cambiando. Y este cambio se debe principalmente al clima dado que la temperatura en esas zonas se elevará en uno o dos grados los próximos 20 o 30 años”, afirmó el funcionario.
No obstante, en esas zonas coexisten dos modelos productivos de frutas tropicales: uno con un perfil de productores de grandes extensiones, capitalizado y de alta tecnología; y otro con productores de pequeña escala y con menor uso de la tecnología disponible. “El desafío institucional es poder generar políticas públicas que permitan convivir y sinergizar a estos dos sistemas y planificar una producción sustentable para cuando esas zonas pasen de un clima subtropical a otro tropical.”, destacó Di Tella.
En lo que respecta a los números, en el NEA y NOA se cultivan unas 12.000 hectáreas de frutos tropicales, que reúnen unos 1.400 productores, a un promedio de 8,5 hectáreas cada uno. En tanto, en 2011, la Argentina importó 394 mil toneladas de banana –la fruta más consumida en nuestro país-, por un valor de 102 millones de dólares, contra una producción nacional en torno a las 150 mil toneladas. “Si lográramos suplir sólo el 20% de ese número se generaría muchísimo empleo”, señaló el funcionario agro, en tanto que destacó que la sustitución de importaciones no es un fin sino un medio para generar nuevas fuentes de empleo en la región.
En tanto, desde la cartera agropecuaria se resaltó la necesidad de que “se conforme una federación o cámara de productores de frutas tropicales, que agrupe a toda la cadena de valor a nivel nacional”, y se referenció la importancia de fortalecer a los pequeños productores mediante la posibilidad de “democratizar el conocimiento, especialmente en comercialización, oportunidad de mercados y logística aplicada”.
En tanto, se destacó al programa “Pro Alimento” que se lleva a cabo en Misiones, al considerar que “debería imitarse en otros lugares”. Asintió a lo dicho el subsecretario de Desarrollo y Producción de Misiones, Héctor Barboza, quién comentó que el año 2000 tenían en la provincia 40 hectáreas dedicadas a la producción de frutas tropicales mientras que hoy alcanza las 700. “Tenemos 3 plantas procesadoras de enlatados de estás frutas y una producción del orden de las 300 toneladas”, aseguró en misionero.
Ante la consulta de los senadores respecto a los problemas concretos que presentan estás economías, el coordinador ejecutivo del Cedeva -Centro de Validación Misión Tacaaglé, Las Lomitas y Laguna Yema-, el formoseño Jorge Balonga, resaltó que cuentan con productores de avanzada edad y poco adeptos a los cambios tecnológicos: “Los hijos de los productores no se quedan en los campos. No podemos perder más tiempo; necesitamos transmitir la información urgentemente”, se lamentó el funcionario al tiempo que pidió a los legisladores políticas que incentiven el arraigo juvenil.
En tanto, el funcionario nacional, Di Tella, aseguró que el desequilibrio económico que enfrentan las economías del NOA y el NEA es inmenso y puso un ejemplo para graficarlo: “el costo flete desde el puerto de la Ciudad de Buenos Aires a Shangai o a Róterdam es de 2.000 dólares -unos 9.000 o 10.000 pesos-, mientras que el valor del flete de una provincia argentina más allá de los 800 kilómetros, asciende a unos 12.000 pesos para llegar a Buenos Aires”, explicó y concluyó ante la sorpresa de los senadores presentes: “Buenos Aires está más cerca de Shangai que de Formosa”.
Por Fundación Directorio Legislativo/Especial para Infocampo