El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que durante 2017 fiscalizó exportaciones de plantas ornamentales por 653 toneladas, lo que representó un incremento del 29% en volumen respecto de las 507 toneladas alcanzadas en 2016.
Por un lado, la certificación de exportaciones de palo borracho sumó 347 toneladas (315 toneladas en 2016) y tuvo como principales destinos a China, con 211 toneladas; Taiwán, con 90 toneladas y Georgia, con 29 toneladas.
En tanto, se registraron envíos de 29 toneladas de plantas de arándanos a Uruguay; 120 de plantas ornamentales de palmeras; 111 de palmeras a Portugal y 11 toneladas de plantas de Gingko Biloba a Taiwán.
Cómo es el mercado de las plantas ornamentales
Las plantas ornamentales se producen y comercializan con propósitos decorativos asociados a sus características estéticas.
En Argentina, existen las condiciones climáticas y fitosanitarias necesarias para el desarrollo de este cultivo. Los puntos principales de producción están el segundo y tercer cordón del Gran Buenos Aires y las provincias de Corrientes, Misiones, Santa Fe, Córdoba, Salta, Jujuy y Tucumán.
Requisitos y documentación
Los viveros productores deben estar inscriptos en el Registro Nacional Fitosanitario de Operadores de Material de Propagación (RENFO) y tener el asesoramiento de un Responsable Técnico (RT). Además de la capacitación periódica por parte del Programa a los RT y la difusión de alertas sanitarias.
El Senasa certifica los tratamientos fitosanitarios y medios de cultivo en cada uno de los ejemplares para exportación, según los requerimientos de los países de destino. A su vez, tiene a su cargo el monitoreo y seguimiento fitosanitario de cada una de las plantas enviadas, la habilitación y rehabilitación de viveros, así como también la inscripción de los diferentes ejemplares a exportar.
“La documentación de respaldo en origen (estampillas, guías o DTV) de las plantas ornamentales permite realizar la trazabilidad en los movimientos de material vegetal desde la producción, el tránsito federal y en el caso de exportación hasta el punto de salida”, explicó el organismo.
Y remarcó que “los controles fitosanitarios del Senasa contribuyen a mantener y mejorar la calidad de las plantas ornamentales, lo que posibilita alcanzar los estándares de calidad exigidos en los mercados internacionales mientras impulsa a los productores al uso más eficiente de los recursos y al agregado de valor”.