Después de meses de caídas muy pronunciadas, la actividad inmobiliaria rural se incrementó 25% en mayo y marcó 21,04 puntos sobre una base de 97,5, que fue el pico histórico de septiembre de 2011.
El número muestra una importante suba en relación a abril, que fue el primer mes completo del aislamiento en todo el país por la pandemia de coronavirus; sin embargo, en la comparación interanual se registró una baja del 53%.
“El incremento responde a un aumento de campos ofrecidos para la venta en el mercado local“, explicó la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Cair), que elabora un índice de actividad todos los meses.
La entidad explicó que las restricciones a la circulación de personas “continúan limitando la recorrida por campos”, lo cual “afecta significativamente” a la actividad del mercado. “También el irregular funcionamiento de entidades y reparticiones públicas frenan la operatoria para el inicio y concreción de operaciones”, agregó.
Asimismo, Cair remarcó que la performance de la gestión económica del Gobierno Nacional y las “preocupantes señales políticas sobre la propiedad privada” – en relación a Vicentin– también “afectan de forma negativa a una posible recuperación sostenida y tangible” para la actividad inmobiliaria rural.