En los primeros 10 meses de 2004, la exportación de productos porcinos alcanzó las 1.530 toneladas, por un millón y medio de dólares, lo que implicó un aumento del 75 por ciento en volumen y del 83 por ciento en valor, según informó la Secretaría de Agricultura nacional.
Sin embargo, lo que a primera vista parece una situación alentadora quizás termine no siéndolo si se analiza la composición de las exportaciones, donde 66 por ciento corresponde a grasas y aceites; y un 12 por ciento a menudencias y vísceras, ambos productos de escaso valor agregado.
En este sentido, el presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, Juan Uccelli, remarcó a Infocampo TV que “hablar de aumento en la exportación es un error, porque lo único que enviamos al exterior es grasa y otros subproductos de bajo precio”.
El dirigente cuantificó que en el período analizado, “apenas exportamos 14 toneladas de carne a Hong Kong y 52 toneladas de productos chacinados a Cuba, Bolivia y Hong Kong”.
Uccelli explicó que recién “cuando nos den el reconocimiento de país libre de peste porcina clásica podremos acceder a nuevos mercados”, situación que se daría en mayo próximo, según las gestiones realizadas por el Senasa ante la Oficina Internacional de Epizootias.
Hasta tanto, el presidente de la asociación de productores porcinos adelantó que ya se está trabajando para abrir nuevos destinos, como el este europeo y el sudeste asiático, los que se sumarían a los ya habilitados: Georgia, Cuba, Venezuela, Bolivia, Chile, Perú y Hong Kong.
En este contexto, Uccelli formuló dos recomendaciones: el armado de consorcios para generar volúmenes de exportación y la necesidad de limitar las importaciones. “En los primeros 10 meses de 2004, se ingresaron al país 733 toneladas de fiambres y 23.820 toneladas de carne, y la Secretaría de Agricultura no hace nada para parar estos negocios, que perjudican a la producción nacional”, explicó.
Al respecto, el presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Chacinado, Martín Gyldenfeldt, aclaró que a pesar de que las compras externas se redujeron en 2004, el sector requiere la importación de 2.500 toneladas mensuales de carne como “materia prima para la elaboración de chacinados porque la faena nacional de cerdos no alcanza para cubrir la demanda manufacturera”.
Marianela Garbini
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