El método de esta cosechadora, se basa en nanofibras, que podría contribuir a abordar la escasez de agua a causa del cambio climático. Específicamente a causa de: la contaminación industrial, las sequías y el agotamiento de las aguas subterráneas.
Los científicos presentarán en estos días los resultados en la 256ª charla y Exposición Nacional de la American Chemical Society (ACS).
Recolectar agua del aire
Shing-Chung (Josh) Wong y sus alumnos en la Universidad de Akron, Ohio, Estados Unidos recurrieron a los “polímeros electrospun”.
El electrospinning (o electrohilado) emplea esfuerzos eléctricos para producir fibras de polímero que van desde decenas de nanómetros hasta un micrómetro, un tamaño ideal para condensar y exprimir las gotas de agua del aire.
Estos polímeros de fibra a nanoescala, ofrecen una relación increíblemente alta de área de superficie a volumen, mucho mayor que la proporcionada por las estructuras y membranas típicas utilizadas en los destiladores de agua.
Según informaron, al experimentar con diversos combinaciones de polímeros que eran hidrófilos e hidrofóbicos, el grupo concluyó que un sistema de recolección de agua podría fabricarse utilizando tecnología de nanofibras.
Wong y sus alumnos, determinaron que su membrana de polímero podría cosechar 744 microgramos por centímetro cúbico por hora, que es 91% más alta que las membranas diseñadas de modo similar sin estas nanofibras.
“Podríamos decir con confianza que, con los avances recientes en baterías de iones de litio, podríamos crear un dispositivo más pequeño del tamaño de una mochila”, mencionó el investigador.
No solo eso sino que también, el diseño de la nanofibra toma agua simultáneamente y la filtra. “El agua sería clara y libre de contaminante, y de la noche a la mañana potable una vez que se recoge” aseguró Wong.
El grupo de investigación espera obtener fondos adicionales para crear un prototipo de la cosechadora de agua dulce. Anticipa que, una vez que su equipo pueda producir el prototipo, su creación no debería ser costosa.