A continuación se reproduce el comunicado que emitió la entidad.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas denunciamos que no se ha cumplido la promesa del gobierno, del año pasado, que el productor recibiría precio lleno en el trigo. Hoy por tonelada del cereal, según datos de la bolsa de comercio de Rosario existe una diferencia en el precio interno con respecto a la pizarra de Chicago de más de u$s
Tan perjudicial como las retenciones al cereal, es la enorme transferencia a la molinería y a exportadores por parte de la producción.
Mientras que las retenciones tienen un costo conocido, el accionar de los molinos -en cambio- es de acuerdo con el âcoto de cazaâ que se ha generado con el cierre del registro de exportaciones. La industria ya ha sido compensada y no hay necesidad de seguir beneficiándola.
El segmento de la molienda de trigo concentra el mayor volumen de pagos de compensaciones, superando a las industrias avícolas y a las aceiteras, con un total de 196,27 millones de pesos, mientras que los mecanismos de compensaciones pensados para que los productores se acerquen al precio internacional han sido distribuidos entre una parte insignificante de los productores trigueros. Los productores recibieron 59 millones de pesos en concepto de compensaciones cuando el sistema vigente le ha extraído vía diferencial de precio más de 1.300 millones de pesos, sin considerar el aporte vía retenciones.
Los productores en estas condiciones ven apropiar su renta por parte de los molinos y los exportadores, ante la diferencia del gobierno que mantiene cerrado el registro de exportadores.
No hay mayor desincentivo que saber que la producción será comercializada a un precio injusto e incierto. Por lo que no será difícil pensar que el productor agropecuario busque otras opciones de siembra. No caben dudas que de seguir por este camino -aunque parezca drástico decirlo- se va a terminar perjudicando al consumidor, que encontrará totalmente encarecidos los productos derivados del trigo frente a un abandono de la producción local.
Desde la conducción de Confederaciones Rurales Argentina insistimos en que la única salida es estimular una mayor producción para aprovechar las condiciones del mercado internacional y atender las necesidades de alimentos accesibles para toda la comunidad compensando únicamente la harina que se destina al consumo interno.