La importancia de la transmisión de datos en tiempo real con avisos de alarmas es una herramienta más para el logro de mejoras en la eficiencia y evitar errores que se suelen ver normalmente cuando nacen los cultivos.
Hoy existen algunas herramientas que permiten hacer una trazabilidad del sistema y garantizar la realización de los trabajos programados. En la siembra se puede determinar la densidad de siembra, la fertilización deseada, la manera en que se va a sembrar y el seguimiento de la maquinaria en tiempo real. Pero hasta la actualidad no existía ningún trabajo que realmente demuestre el alcance de todas estas herramientas juntas en un mismo tractor sembrando maíz, como el ensayo que se hizo en el Proyecto de Agricultura de Precisión del Inta.
El fenómeno que va mostrando la potencialidad de la tecnología en el agro son los procesos realizados a través de sistemas cada vez más robotizados. Por ejemplo, en la siembra ya se poseen monitores que van determinando, mostrando en pantalla y registrando valores de densidades de siembra y dosis de fertilización, desde hace un tiempo existe la guía automática, y la última moda es la transmisión de datos a una página web o a un teléfono celular.
Durante la pulverización, dando valores de dosis aplicadas, guía automática, registro y transmisión de datos. La cosecha cada vez más robotizada en cuanto al control del flujo que ingresa a la máquina, la regulación de la cosecha a cabezal lleno, la guía automática, el monitoreo de rendimiento y calidad de grano y la transmisión de datos, procesos que marcan posibilidades de trazabilidad.
Método. El tractor que se utilizó para la siembra estaba equipado con cuatro aparatos que realizaban distintas labores: manejan el direccionamiento del tractor más la dosificación de insumos variables (semilla y fertilizante) en la sembradora, más el envío de datos a una página web o a un teléfono celular vía GPRS. A su vez, se trabajó con una computadora Durabook conectada a Internet inalámbrica que monitoreaba constantemente en el medio del campo lo que realizaba el tractor con la sembradora. Esto fue realizado en lotes del Inta Manfredi durante la primera semana del mes de octubre de 2007.
Resultados. La tendencia marca disminuciones en la productividad de maíz por aumentos en la velocidad de siembra a partir de los 6 km. Estas situaciones que suelen ocurrirle al productor que siembra maíz y toma como rendimiento objetivo poder lograr 12.000 kg/ha, y si se realizan algunas estimaciones que podrían suceder debidas a ineficiencias en la siembra. Si se tiene en cuenta que para el logro de esos 12.000 kg/ha elige el mejor híbrido, una dosis de fertilización alta, una sembradora neumática con monitor de siembra y fertilización, etc. Pero a la hora de sembrar la velocidad es de 9 km/h, entonces solamente en esta operación podría haber mermas de rendimiento potenciales importantes. O sea en la siembra partiría con una merma potencial de rendimiento según los ensayos del Proyecto Agricultura de Precisión de aproximadamente 600 kg/ha (según el clima del año), lo que representan en total el 5% de merma por excesos de velocidad desde la siembra.
Entre las principales conclusiones: el incremento de la velocidad de siembra en maíz de 6 a 9 km/h en situaciones de siembra directa con rastrojo en superficie, equipamiento normal (cuchilla turbo, barredor de rastrojo, doble disco plantador, lengüeta fijadora de semilla, doble rueda tapadora angular, con distribuidor neumático de succión y caño de bajada curvo) provoca una disminución de la ineficiencia de implantación (profundidad, tapado y fijación de la semilla).
Esta ineficiencia aumenta las pérdidas de emergencia reflejada en la caída del stand de plantas real del orden del 7,8% a una velocidad de siembra de 9 km/h, desmejora la uniformidad de distanciamiento entre plantas reflejado por el aumento del desvío estándar, desuniformiza la altura de las plantas (generando plantas dominantes y dominadas), provocando una sumatoria de factores perjudiciales reflejados en ensayos de INTA con una caída del rendimiento potencial del 5%.
Esto refleja una parte de la realidad de lo que ocurre en los campos de los productores, ya que estos ensayos fueron realizados con distribuidores de semilla neumáticos que en teoría se ven mucho menos afectados que los mecánicos en su eficiencia de trabajo frente a incrementos de velocidad de siembra.
El incremento de velocidad de siembra de 6 a 9 km/h puede aumentar la capacidad real de siembra en un 33%, pero ello se paga con kg/ha de caída del potencial de rendimiento del cultivo de maíz, aspecto que los productores deben tener en cuenta al contratar un servicio o bien programar una siembra eficiente.
Por otro lado, se puede observar que la robotización, la programación, el monitoreo, el envío de datos en tiempo real con avisos de alarmas a un teléfono celular o una página web, etc., colaboran a disminuir casi totalmente las ineficiencias que suelen ocurrir en la siembra.